Luciérnagas en el cielito lindo

Nuestros anfitriones nos llevaron a Las Grutas de García, en el mismo Nuevo León y a 30 km de la ciudad de Monterrey. Pudimos descubrir un lugar sobrecogedor al que se llega en funicular. Después de ascender 80 m para alcanzar la boca de la gruta y una vez en su interior, recorrimos un kilómetro por sus pasadizos visitando diferentes recintos naturales. El circuito es impactante e imposible de olvidar. Las caprichosas figuras formadas por estalactitas y estalagmitas esculpidas por la naturaleza han dado pie a que se las denomine con imaginativos nombres de fantasía. Una de las salas más famosas es El Salón de la Luz, iluminada por un haz de claridad natural que proviene desde un orificio del techo de la caverna. El rumor de las vertientes de agua límpida y helada que formaban pequeños lagos interiores nos acompañó hasta el final del paseo. Cuando pensábamos que ya nada podía asombrarnos llegamos por la carretera federal a Santa Catarina, al cañón de Huasteca, en la Sierra Madre Oriental, en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey. Es una gran masa rocosa con diversas formaciones y uno de los monumentos naturales más espectaculares de México. En las noches de octubre se puede admirar el espléndido espectáculo de miles de luciérnagas que iluminan las paredes del cañón.