S ALAMANCA.-Se llama Lunes de Aguas al primer lunes después de Semana Santa y es una fiesta típicamente salmantina. Cuenta la historia que se trata de una celebración originada durante el siglo de apogeo de la Salamanca estudiantil y que conmemora el regreso a la ciudad de las prostitutas que, al iniciarse la Cuaresma, eran obligadas a quedarse del otro lado del río Tormes. Después de terminar la Semana Santa, los estudiantes se encargaban de ir a buscarlas en barcas adornadas con ramos (de ahí el nombre de rameras).
La fiesta del Lunes de Aguas es más íntima y se vive en familia. Nada tiene que ver con las agitadas procesiones que recorren las calles y empedradas durante la Semana Santa. La ciencia y la cultura, la juventud y la intelectualidad constituyen hoy, igual que en el pasado, un emblema de la ciudad.
En 1218, Alfonso IX mandó construir la Universidad; corrían casi los mismos años en que surgían las de París y Bolonia. A través de los siglos, reyes y papas impulsaron su crecimiento y ya en el siglo XVI tenía 70 cátedras y 12.000 alumnos.
La Universidad, la catedral vieja, la Casa de las Muertes, monumentos que hoy dan cuenta del estilo plateresco que fue utilizado en España durante el primer período del Renacimiento. El nombre plateresco se puede adivinar sólo con mirar la decoración delicada de una fachada. Tal como la palabra lo indica, es una labor tan exquisita que recuerda al trabajo minucioso de los plateros.
Mientras dura la Semana Santa, hay procesiones por los recovecos menos pensados y nazarenos encapuchados en todas las bocacalles. Las hermandades están siempre ahí, desfilando con sus imágenes a cuestas.
Sin embargo, tal como los estudiantes en cualquier época, resulta una buena idea ratearse por un rato. Para comer algunas tapas en la Plaza Mayor, descansar del bullicio o celebrar la confluencia de tantos y tan finos estilos arquitectónicos.
El Patio de las Escuelas es una plazoleta situada en la antigua calle de Los Libreros. En el centro hay una estatua en bronce de Fray Luis de León, un prestigioso ex alumno. Ahí, justo bajo la sombra del gran humanista, hay que hacer una pausa. Sentarse, sin apuro, a contemplar y, por un momento, imaginarse en otra época.
Los Reyes Católicos ordenaron la construcción del nuevo edificio de la Universidad, que regala al transeúnte su fachada totalmente esculpida. Medallones, escudos, cientos de formas intrincadas y un deber desde ese rinconcito, el de la sombra de Fray Luis de León. Un deber diseñado no por profesores, sino por alumnos: descubrir el trazado de una rana apoyada sobre la arista de una calavera. No, no es una alucinación ni se trata de dibujos en tres dimensiones. Fue esculpida en la piedra hace cientos de años y dicen que verla trae buena suerte. Aguzar la vista, enfocar y saber mirar. Como todas las universidades, en su interior ésta es un mundo y mucho más también. Arte y sabiduría se leen en cada detalle. La biblioteca del siglo XVIII contiene más de 165.000 volúmenes, entre ellos varios incunables, libros impresos durante los primeros cincuenta años después de la aparición de la imprenta.
Enfrente de la Oficina de Información Turística, la Casa de las Conchas se presenta ya desde el exterior. Es un edificio de estilo gótico, construido a fines del siglo XV, que presenta alrededor de 400 conchas, símbolo de Santiago, esculpidas en piedra.
Hacia el Tormes
Saliendo del casco antiguo, después de cruzar el Paseo del Rector Esperabe, las aguas claras del Tormes cambian el horizonte de piedra. Sí, el mismo río que enmarcó la historia del Lazarillo que guiaba al ciego y hoy tiene su estatua al pie de la corriente. El mismo río sobre el cual los romanos, hace 23 siglos construyeron un puente que todavía puede verse.
Durante los últimos días de Semana Santa, muchos estudiantes, aprovechando el feriado, parten hacia la Sierra de Francia. Situada a menos de 100 km de Salamanca, la Sierra de Francia queda en España y su nombre alude a la procedencia de sus antiguos habitantes. Pequeños pueblitos de casas de piedra componen la sierra. Cada uno tiene su encanto y en los días de Semana Santa y siempre pasa algo: una procesión, una representación teatral de la Pasión o un vía crucis por las callecitas estrechas.
Un lugar insoslayable
La Alberca, a 70 kilómetros de Salamanca, es una parada obligada. Los cielos despejados de la primavera combinan con los infinitos grises de la piedra. Porque todas las construcciones, siempre con varios siglos bajo sus techos, alternan la piedra y la madera. Las calles estrechas y los balcones con pesadas vigas, algunas veces vencidas, son comunes en las aldeas de la zona.
Hay otro denominador común, más provocativo que la arquitectura, entre las comarcas de la sierra: los embutidos de elaboración casera. Desde el renombrado jamón ibérico hasta un simple chorizo. Durante la Semana Santa hay una especialidad despachada en las tiendas de coloniales o pequeños almacenes. Se llama hornazo y es una masa de pan rellena con chorizo y cocida al horno. Si bien los hay del tamaño de una empanada, los típicos son grandes y tienen alrededor de 5 rodajas de chorizo colorado en el interior.
Para cuando uno tiene hambre de algo rico, de algún manjar dulce, la respuesta está en cada puesto callejero que vende turrón preparado con miel y relleno de almendras y avellanas a granel. El vendedor, que en general es pariente de los artesanos, corta de una gran pieza la porción que se elija, que luego se pesa y embolsa.
Una pausa de colinas y un pasado rural, muy autóctono. Sin duda, la combinación perfecta para digerir la monumentalidad de Salamanca.
Apuntes para orientarse
- Información
Para obtener mayor información, las oficinas de turismo de las ciudades abordadas en el artículo son las siguientes:
En Castilla y León:
Avila. Plaza de la Catedral, 4. Tel. 20-211387
Salamanca. Casa de las Conchas. Rúa Mayor, s/N°. Tel. 23-268571.
En Castilla y León:
Avila. Plaza de la Catedral, 4. Tel. 20-211387
Salamanca. Casa de las Conchas. Rúa Mayor, s/N°. Tel. 23-268571.
Segovia. Plaza Mayor, 10. Tel. 21-460334.
También está la Oficina de Promoción Turística de Castilla y León en Madrid. Espronceda, 43. Tel. 1-5543769.
En Andalucía:
Sevilla. Avenida de la Constitución, 21. Tel. 5-4221404
Málaga. Pasaje de Chinitas, 4. Tel. 5-2213445.
Sevilla. Avenida de la Constitución, 21. Tel. 5-4221404
Málaga. Pasaje de Chinitas, 4. Tel. 5-2213445.
Cádiz. Calderón de la Barca, 1. Tel.56-211313.
La Oficina de Turismo de la Junta de Andalucía en Madrid está en Paseo de la Castellana, 15- 2° derecha.
Tel. 1-3080440.
En Buenos Aires, la Oficina Española de Turismo está en Florida 744, 1°.
Tel. 322-7264.
Algunas recomendaciones
- Cómo llegar
Un pasaje aéreo de Buenos Aires a Madrid sale entre 1200 y 1500 dólares.
A veces el auto resulta un peso y es complicado buscar un estacionamiento; sin embargo, en otras oportunidades tener una movilidad es ideal para recorrer todos los pueblitos de la comunidad de Castilla y León o Andalucía.
El alquiler de un auto mediano, de cuatro puertas, por una semana sale 27 dólares por día.
- Dónde dormir
El precio de los hoteles se incrementa sensiblemente durante Semana Santa y es imprescindible, para no terminar en un camping, reservar con anticipación.
El precio más económico de una habitación doble oscila entre 20 y 25 dólares y corresponde a un hospedaje o pensión, en general con baño compartido.
Aproximadamente por el mismo precio (en algunos casos incluso por menos), es posible alojarse en los albergues de la juventud.
En un hotel de una estrella, la habitación sale alrededor de 35 dólares. Para un hotel de dos estrellas, es necesario disponer de 50, aproximadamente.
En uno de tres estrellas se paga alrededor de 70 dólares y en uno de cuatro estrellas, entre 100 y 170 dólares.
El precio de un hotel cinco estrellas oscila entre 150 y 250 dólares.
En los campings cercanos a las ciudades, el precio aproximado para dos personas, una carpa y un coche es de 15 dólares.
- Dónde comer
Un almuerzo completo o menú, por ejemplo consumiendo ensalada como entrada, trucha asada con guarnición, arroz con leche de postre, bebida y café en un restaurante de mediana categoría sale entre 12 y 18 dólares.
Si el viajero se inclina por los restaurantes cuatro tenedores que ofrecen los paradores de España deberá sumarle unos cuantos ceros a esos precios.
Por ejemplo, un plato de espárragos trigueros en tortilla en el Parador de Cádiz (Andalucía) sale 7 dólares. Delicioso, pero es sólo una entrada. Para los platos que incluyen pescado o pollo, hay que pensar entre 12 y 15 dólares.
En Segovia, un plato de judiones o porotos blancos sale 5 dólares y uno de tostón o cochinillo, 6.
Los tradicionales hornazos, panes al horno rellenos con chorizo, que se venden en la Sierra de Francia, en Salamanca, durante Semana Santa, salen entre 1,50 y 4 dólares.