Maradó a cero

A mí ya me había advertido el hombre de seguridad del edificio, Pablo, que tanto lo quiere a Silvio, que Boca había perdido. Y con cierta sorna, me dijo: "Al otro lo vi hace un rato con la remera de Boca, debe estar triste". Como Silvio tenía tan mal humor, le mostré un boluvideo de youtube que me habían pasado ese día. Pero nada, él miraba en la tele a los del Corinthians festejando con la copa y no podía cambiar la cara. Yo le contaba algunas cosas de mi cena y nada. Él le quería poner onda, pero no le salía. Hasta que le pregunté por una conferencia de prensa de Maradona de hace algunos años en la que decía una frase genial rematada con un "Era tocuen. Tocuen es cuento". Encontramos el video y ahí esbozó la primera sonrisa. Gracias a las recomendaciones de Youtube, fuimos deambulando por otras frases de Maradona, entrevistas, ranking de declaraciones y toda la memorabilia audiovisual maradoniana que Internet puede ofrecernos. Les juro que se empezó a componer, dejó de mirar durante varios minutos al televisor y hasta tenía cierto entusiasmo. Cuando yo me quise ir a dormir, él me dijo que se quedaba. Ya estaba más sentado, pero su incipiente buen humor empezó a desmoronarse con esas coberturas estiradísimas de los partidos de fútbol, en las que todos dicen obviedades, hipótesis incomprobables y una batería de chimentos que podrían ser de programa de la tarde.

Nunca voy a entender cómo una persona puede ver su humor tan afectado por un partido de fútbol. Pero sí, confieso, puedo entender cómo las frases de Maradona le levantan el ánimo a cualquiera.