-¿Es verdad que sos un buen esquiador?
-Sí, salvo para mi hermana, que es instructora de esquí.
-¿Cómo empezaste?
-En el viaje de egresados a Bariloche teníamos tres días de esquí con instructor. Estuvimos quince minutos con él y nos fuimos directo para arriba. Así que caímos rodando durante tres días. Esa fue la primera experiencia.
-¿Pistas favoritas?
-Las de Bariloche. Mi hermana vive allá y la visité muchas veces.
-¿Planificás los viajes o improvisás sobre la marcha?
-No soy de planear mucho, pero desde hace unos años todos mis viajes deben tener olas para surfear. Esa es la premisa básica.
-¿Desde cuándo?
-Empecé hace tres años. Un verano me fui de gira a Mar del Plata y alquilé una casa en Chapadmalal. Resultó que Chapadmalal es un punto surfístico, cosa que yo no sabía. En la playa conocí a alguien que me empezó a enseñar a pararme en la tabla y comencé a fanatizarme. Durante todo ese año seguí yendo a ese mismo lugar, donde ahora terminé construyendo una casa. Me enfermé.
-¿El mejor viaje de tu vida?
-Hace dos años fui a Perú, a Lobitos, una muy buena playa surfera. Llegué cansado después de un largo viaje en avión, remís y motoneta. El lugar tenía un albergue sin agua caliente, sólo camas y servicio mínimo. Tampoco había restaurante y todo cerraba muy temprano. Así que aparecí ahí un poco tarde y me atendieron con mala cara. Estaba todo oscuro, no se veía mucho. Medio que me tiraron el cuarto por la cabeza. La verdad que las camas tenían unas sábanas y unas fundas que eran un asquete. Así estaba hasta que la chica del hotel prendió la luz: "No, no lo puedo creer: ¡el de la novela!", dijo. Por suerte, en Perú se daba una de las novelas de Natalia Oreiro donde yo había trabajado y enseguida me cambiaron las sábanas y las almohadas. Una grata sorpresa
-¿Y el más aventurero?
-El Bolsón, a los 20 años. En ese momento el hippismo todavía pululaba por ahí, el turismo no estaba tan generalizado y nos fuimos a vivir al medio de la montaña con mi hermana y un primo que estaba por allá. Hicimos una experiencia comunitaria y estuvimos una buena temporada autoabasteciéndonos con una huerta y trabajos compartidos. Una linda experiencia de vida.
-¿La mayor belleza natural que hayas visitado?
-Las montañas de Bariloche.
-¿Una sorpresa durante algún viaje?
-En un viaje al norte de Brasil llegamos a Pedra Furada en unos areneros. Era medio de noche y como no sabíamos para qué lado estaba el mar salimos a caminar, subimos un monte mientras escuchábamos las olas, y lo más lindo fue llegar a la cima de ese montecito y descubrir el mar con la luna llena.
-¿Lo que más extrañás de Buenos Aires cuando te vas?
-Las milongas, lo único irreproducible en cualquier otro lugar.
Marcelo Mazzarello
Actor, por estos días graba Viudas e hijos del Rock &Roll , tira que se verá por Telefé. También prepara Momo Rex, la monarquía en ojotas , unipersonal que estrenará el mismo mes.