Martín Jaite. "Barcelona es mi segunda ciudad."

–Prácticamente cada semana el tenista toma un avión. El tenis y los viajes van de la mano todo el tiempo. Los viajes son casi casi como la raqueta...

–Lo que pasa es que viví muchos años en Barcelona, desde los 11, por lo que mi primera gira fue por España a los 13. Entonces, en mi primer viaje como tenista fui a Madrid, para participar de un torneo que se llama Manuel Alonso y que aún se juega.

–No, porque te vas acostumbrando. En realidad los primeros movimientos que hace un tenista son en conjunto, porque jugás interclubes. Sólo después se va haciendo más individualista. Pero nada de eso me afectaba realmente.

–Barcelona. Si no viviera en Buenos Aires, no dudaría en elegir Barcelona. Es mi segunda ciudad. Es rica culturalmente, tiene playa, tiene montaña, es suficientemente grande y suficientemente chica, se come muy bien, y además tengo muchos amigos. Barcelona tiene de todo.

–Ahora ya no me pasa, porque estoy muy asentado en Buenos Aires, pero cuando viajaba como tenista añoraba las salidas con mis amigos. Después, cuando viajé como entrenador, ya añoraba a mis hijos. Hoy ya no viajo mucho, sólo por placer.

–La Philippe-Chatrier, de Roland Garros. La visité cuando era junior y me dije "Algún día voy a jugar acá". Y terminé jugando en Roland Garros. Para los argentinos, la Catedral del Tenis.

–La verdad es que en un grand slam el tenista lleva una vida completamente diferente a la de cualquier ser humano normal. Todo está a tus pies, digamos. Pero no es para siempre, es un momento nada más.

–Tenía un prejuicio muy grande con Londres. En general las veces que había estado allá no había encontrado lo lindo que la gente decía que era, pero en los últimos tiempos se transformó en una de mis ciudades favoritas. Fui descubriendo que el inglés tiene muy buena onda, cuando mi preconcepto era que me iba a encontrar con un tipo frío, poco hospitalario.

–Siempre me gustó la bossa nova. Ahora mismo estoy escuchando En La Fusa, con Vinicius y Toquinho. También escucho mucho rock nacional.

–Lo ideal para mí es levantarme temprano, desayunar muy, muy liviano y pegar una buena corrida de 40 o 45 minutos por la playa. Por ejemplo, en Formentera, en frente de Ibiza. A media mañana podría comerme una tapita con una cervecita o un vaso de vino. Un buen almuerzo, liviano pero a base de pescados o mariscos en un chiringuito. Siempre siesta –necesito dormir 15 o 20 minutos todos los días, por lo menos– y a la tarde prendería un fuego y arrancaría con la pre (como los chicos, pero de grande), que termina con una buena cena. Puede ser un asado cerca del mar o un restaurante en una terracita al aire libre.

–A JohnMcEnroe, con quien jugué algunos partidos. También me hubiese gustado conocer en su momento a Rod Laver, y visitaría a Gabi Sabatini. No se qué les preguntaría, simplemente me gustaría compartir un rato con ellos, su sabiduría.

–No, no, porque ya no practico el tenis. Salvo eventos corporativos, no juego más. Me cansé del tenis. En todo caso tomaría una copa de vino con ellos.

Martín Jaite es extenista. Actualmente dirige la carrera de Gestión Deportiva en la UADE. Además comenta tenis en TyC Sports, junto a Gonzalo Bonadeo.