Más gauchos, muy cerca de Areco

Con los años, la B original devino en V ya que en ese momento no disponían de libros con reglas ortográficas, pero en los registros de la iglesia se encontraron varios documentos con distintas fechas con el apellido Bagues, y hoy la estación de Vagues luce su cuidada parsimonia en un pueblo de cuatro cuadras y 90 habitantes, donde los ruidos principales son los de los cantos del gallo, los relinchos y la algarabía de los chicos que van en combi por las mañanas al colegio Francesco Faadibruno, abierto hace dos años.

Son 5 kilómetros por el denominado Acceso a Vagues que separa la ruta provincial 41 de este pueblo que también cuenta con una posta para comer y alojarse, un hogar para discapacitados, un almacén, una escuela de equitación y, unos kilómetros más lejos, una flamante estancia que recibe turismo por el día. El camino asfaltado y arbolado del acceso es elegido por los arequeros para caminatas, bicicleteadas y cabalgatas, dada su tranquilidad.

La Posta de Vagues es un lindísimo hotel de campo de nueve habitaciones en galería con vista al verde, que ofrece comida artesanal y atención esmerada de los dueños que atienden y viven ahí, Elba y Osvaldo. El fuerte es la parrilla con carne Aberdeen Angus de primera calidad y los tiempos son lentos, ya que no hay nada marcado con anterioridad ($ 37 por persona), pero también son excelentes las picadas con fiambres artesanales de la zona y las tortas para la hora del té (con tetera vestida con saquito a crochet muy al estilo galés de Gaimán, en la provincia de Chubut).

Separado por una puerta corrediza, el salón de juegos sin televisor cuenta con mesa de pool y amplios ventanales para disfrutar de la vista del horizonte verde sin edificios. Gallinas japonesas o con polainas, Birmingham y pollitos recién nacidos circulan por los patios internos de la Posta, que tiene una laguna con peces de colores al estilo Jardín Japonés.

En uno de los ambientes tiene su taller la artista Cecilia Fergero, a la que se la puede ver armando sus piezas de joyería artesanal contemporánea con mezcla de técnicas varias. Ella estudió en el Regina Pacis y es profesora de escultura y dibujo en la escuela de arte de Areco. "Soy autodidacta en cuanto a la joyería, pero vuelco todas las técnicas aprendidas en bellas artes, como cera perdida o grabado al ácido, sobre un soporte de plata 925 combinada con oro, cobre o bronce, según el diseño", contó Fergero.

Los caballos que se escuchan y se ven pasar cada tanto provienen de los haras de la zona, pero también de la cercana escuela de equitación El Encuentro, de Bushy Devereux de Basavilbaso, abierta hace 20 años. Ella dicta clases iniciales de una hora por $ 60. "La primera media hora es en el picadero; la segunda salimos al campo", aclara Bushy, que nació en Areco y aprendió desde chica el arte de montar. Luego estudió producción agropecuaria y hoy dirige esta escuela que pertenece a la Federación Ecuestre Argentina y compite en el norte de Buenos Aires con jinetes de Areco (entre ellos, sus hijos).

"Con tiempo y reserva organizamos cabalgatas especiales de siete kilómetros hasta la flamante Güelta de Areco o Posta de Figueroa, o por las noches con luna llena", contó Bushy que también tiene pensionado de caballos y ofrece el equipo completo y los animales para comenzar a practicar.

Evangelina Ramírez, guía de San Antonio de Areco, señala el camino de tierra que conduce a las construcciones del colegio Faadibruno con orientación agraria, donde los alumnos se visten con bombachas de gauchos y alpargatas verdes, y aprenden los quehaceres rurales, además de la currícula tradicional.

Más lejos aún, un camino de tierra de 7 kilómetros conduce a La Güelta de Areco. Ahí se reciben viajeros por el día o el fin de semana con pastelitos criollos, asado de lechón y cordero, y guías especializados que muestran el funcionamiento del haras donde se crían y entrenan caballos de razas, con arroyo, casona histórica para alojarse y lago incluido. Pero ésa es otra historia...

Vale la pena salirse de la ruta o llegar hasta aquí desde Areco -no es difícil y está señalizado- para conocer un pueblo detenido en el tiempo.

La próxima fiesta de la tradición puede ser una buena excusa para darse una vuelta por este rincón olvidado que hasta los propios arequeros tardan años en conocer.

La 69a. Fiesta de la Tradición se desarrollará del sábado 1° al lunes 10 del mes próximo, en San Antonio de Areco. Las actividades incluirán la tradicional misa de apertura, la 35a. Semana de la Artesanía Arequera, shows de bailes típicos en la Peña Don Segundo Sombra, demostración de usos y costumbres del gaucho, fogones y actividades en la pulpería La Blanqueada, clases de baile y desfile de paisanos y tropillas y mucho más. Para informes, llamar por el (02326) 45-6202 y 45-5839 y 45-3165 o direcciondeturismo@areconet.com.ar