Ocho asociaciones de la industria del turismo pidieron al gobierno norteamericano que se dejara de utilizar un sistema automatizado de máxima seguridad, instalado en los aeropuertos para investigar a viajeros internacionales, con el fin de comparar sus perfiles con el de terroristas potenciales.
Las asociaciones, de los Estados Unidos, Europa y Canadá, elevaron el pedido ante lo invasivo del sistema, pero también por las pérdidas comerciales que implican las demoras. "Es una investigación de gran magnitud, invasora de millones de viajeros de negocios que entran y salen del país, que puede hacer daño personal y reduce la productividad de las organizaciones que tienen empleados viajando todo el tiempo", le manifestaron las asociaciones al secretario de Seguridad Michael Chertoff, que defendió el programa como un "esfuerzo legal que no incomoda los derechos de la mayoría de los viajeros, pero que nos permite enfocar sensiblemente en la gente que potencialmente plantee una amenaza".
El pedido fue apoyado por integrantes del Congreso norteamericano y revisa el perfil legal y estadístico de los pasajeros; hace una evaluación a la que la gente no tiene acceso. Ese es uno de los puntos más cuestionados.