¡Buen día!, ¿cómo están? Qué bendición estos días. Me tienen de un súper humor, hoy ya pelé jean blanco… ¡ES OFICIAL LLEGO LA PRIMAVERA!, el mes del amor. Por eso les propuse el post pasado pensar sobre nuestras parejas, nuestros compañeros de vida. Entonces, pensando en el tema, ayer una amiga me leyó esto:
"5 reglas para que una mujer sea feliz.
Es importante encontrar un hombre que quiera estar con vos, que te haga reír, en el que confíes y no te mienta, que sea cariñoso, que te cuide y sea bueno en la cama, ¡pero es mucho más importante que estos cuatro hombres no se conozcan!"
¿Es así, no? Queremos que nuestro amorcito ataje todos los pelotazos, que contenga nuestras necesidades, que sea un amante feroz y al mismo tiempo buen padre. Queremos la chancha, la cría y la fábrica de hacer chorizos. ¡Ja! Un ejemplo poco veggie, ¡me vine muy sutil hoy!
Pensaba, entonces, en mi propia búsqueda del compañero ideal, y me descubro que cuantas más exigencias tenemos sobre lo que esperamos del otro, es directamente proporcional a nuestra infelicidad. Entonces se me ocurren tres claves a tener en cuenta:
- Agradecer tener la persona que tenemos a nuestro lado (si es que existe), con sus debilidades adentro. Por algo está ahí, quizás para hacernos crecer, trabajar nuestra tolerancia, quizás para espejarnos aquello que no soportamos de nosotros mismos.
- Dejarse sorprender. Si tenemos tantas expectativa de cómo tiene que ser nuestro amorcito, entonces muy probablemente nos frustremos rápido.
- Saber que cada persona tiene algo para ofrecer. No esperes que tu pareja resuelva todas tus necesidades. En nuestra vida para eso tenemos tantos vínculos. No exijas de más.
¿Qué piensan?, ¿qué les sirve a ustedes?