
Miami en dos ruedas
Como en las principales ciudades del mundo, la capital latina de los Estados Unidos ya tiene su sistema de bicicletas compartidas, y nuevas bicisendas
29 de enero de 2012

Encontrar un lugar para estacionar en Miami Beach puede ser una misión imposible. Sobre todo, si es de noche o si el destino es la famosa Ocean Drive. Para algunos, sin embargo, ya dejó de ser un problema. La ciudad está implementando un sistema económico y ecológico para que los residentes y turistas se muevan de un lugar a otro a pedal. Miami Beach se pobló de bicicletas.
La propuesta se denomina Decobike. Mediante máquinas automáticas expendedoras de bicicletas -instaladas en distintos puntos de la isla-, el turista puede tomar una, pedalear hacia donde le guste y devolverla en cualquier otra estación una vez cumplido el tiempo pactado.
Cuando la propuesta esté completamente en operación (aún, en etapa de prueba), tendrá cien estaciones de renta y préstamo automáticas que funcionarán a luz solar las 24 horas, con una flota de mil bicicletas en una docena de barrios.
Día tras día se ven nuevas estaciones montándose hacia los cuatro puntos cardinales de la isla, mientras estos rodados en Miami Beach ya son un boom. Las bicisendas también acompañan esta tendencia, y están claramente marcadas en las calles con un carril exclusivo. En algunas avenidas sin bicisenda, no obstante, el automovilista es advertido de que pueden circular ciclistas por allí tomando todo el carril.
Se puede alquilar sólo por deporte, o hacer un tour por el distrito Art Deco de South Beach, comprar en las tiendas de marca sobre Collins (está contemplado: el manubrio tiene una canasta metálica) llegar hasta Lincoln Road, almorzar en la peatonal, y seguir camino casi 60 calles más al Norte hasta North Miami Beach, para devolverla frente al restaurante Manolo. Los recorridos son miles dada la enorme cantidad de máquinas que se suman. En las zonas más calientes de South Beach, la distancia entre máquinas expendedoras no supera las cinco cuadras y algunos puestos están al borde de la playa.
Para locales y visitantes
Hay dos maneras de utilizar el programa. Uno es para residentes, y contempla el pago de una mensualidad, con préstamos gratuitos por los primeros 30 minutos de cada alquiler. La otra forma es para turistas, quienes pueden gozar de la renta por día u hora, al sacar una bicicleta de una Decoestación y devolverla en otra en el tiempo estimado.
Cualquier persona con una tarjeta de crédito, mayor de 18 años puede alquilar una Decobike. El trámite toma unos 30 segundos. Si la devolución se hace tarde, o el ciclista no devuelve su rodado, la tarjeta de crédito sirve como garantía y aplicará el recargo que corresponda. Un alquiler de 30 minutos cuesta US$ 4; una hora, US$ 5; 2 horas, US$ 10; 4 horas, US$ 18; y el día, US$ 24. El valor de la bicicleta, en caso de no ser devuelta, es de US$ 575.
Si bien Decobike recomienda usar casco, no es obligatorio y tampoco se consiguen en las máquinas, sino que se deben obtener en Decostore, el local al público de la firma, que queda en la avenida Washington en South Beach.
Autos, también
Los turistas también pueden alquilar autos por hora, mientras que el plan contempla para un futuro el alquiler de autos eléctricos a un precio tan módico como US$9 la hora.
El servicio, que se brinda a través de Hertz On Demand, de la firma Hertz, empezó a funcionar la última semana con 20 autos ubicados en ocho estacionamientos localizados en su mayoría en South Beach.
La flota podría aumentar a cien vehículos y apunta también a descongestionar la ciudad, de manera que los visitantes sólo tomen el auto cuando lo necesiten y no durante toda su estadía.
El sistema es bastante simple. Los clientes deben ingresar en el portal www.hertzondemand.com . Después de inscribirse, los miembros reciben una tarjeta que es escaneada por un dispositivo instalado en el parabrisas para abrir el vehículo. Las llaves y una tarjeta para cargar nafta ya están dentro del auto.
ALQUILERES PUBLICOS, EN AUGE
Los sistemas de alquiler público de bicis han proliferado, pero no siempre son exitosos. A diferencia del alquiler convencional, tienen un formato unidireccional (one way), para llegar de una estación a otra y dejar los vehículos luego estacionados. Los usuarios se identifican antes de recoger una bicicleta, que pueden ser gratis o a bajo costo.
Este servicio -el primero se implementó en Holanda, con el White Bicycle Plan- ha tenido grandes logros en ciudades como Lyon, Washington, Montreal, Melbourne y París, pero ha fracaso en otras como Helsinki y Madrid. El sistema público en Buenos Aires es parte del programa Mejor en bici. Gratis, se debe presentar documento o pasaporte, además de una constancia de domicilio. Es decir, los extranjeros deben ser residentes.
En cuanto al alquiler de autos por hora, hay experiencias previas en Nueva York y ciudades holandesas, pero recién en diciembre último se inauguró un servicio con autos eléctricos. Se llama Autolib y propone reducir a largo plazo el tránsito y los niveles de contaminación.
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