El viernes, efectivamente, fuimos a comer a la casa de mi nuevo jefe (hoy es mi primer día de trabajo). Vive un poco más al norte de donde vivíamos nosotros hasta el año pasado. Tiene una casa monumental que no comprendo cómo manejan.
Estaban, la mujer, los 5 hijos y una hermana de la mujer con sus propios críos. En total, con los nuestros (porque la invitación era con hijos) eran 11 menores de 12 años.
Eso estuvo bien porque todos son educados y estaban entretenidos con los tres millones de juguetes que había.
Habían contratado un yaguarma party. Éramos 5 adultos! Había comida como para alimentar un campo de refugiados. Así que comimos, comimos y comimos.
La mujer de MJ (mi jefe) es una mujer bastante joven muy pero muy operada. Es, de hecho, la persona más operada que vi en mi vida. Es, digamos, Ricardo Fort mujer. Así. Cara y cuerpo. Y pelo, y uñas, todo agregado o modificado artificialmente. Y parece que a MJ le encanta porque no ahorran en arrumacos.
Vieron esa gente que se la pasa tocándose partes de cuerpo y besándose? Bueno, así.
Un poco subidito de tono por momentos. Incómodo la mayoría del tiempo. En un momento, en la mesa, estábamos charlando, esperando el postre. Nico y yo hablábamos animadísimamente con la cuñada de MJ sobre no sé qué de los niños. En eso miro para atrás y los veo a los dos, apretando como adolescentes en un reservado.
Onda, todo bien que se quieran y mantengan viva la llamita de la pasión, pero es necesario el soft porn?
Debo admitir que conmigo la cosa fue completa y absolutamente decente. Nicolás me tildó de exagerada y egocéntrica por lo que le había contado de este hombre y sus nombrecitos y apodos.
Hoy es el gran día. Empezamos con todo. Tengo reunión a las 4 y a las 5 mi primer paciente (hoy tengo sólo 3). Veremos. Me dijo este cristiano que me había decorado el consultorio y que ya estaban los ambos (oh Dios, cómo serán).
Cabe destacar que luego de conocer la casa y la familia de MJ, entiendo un poco más su propia humanidad. La cosa no es conmigo. Es con la vida mis