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Montenegro o el nuevo boom turístico de Europa

Montañas, playas idílicas, ciudades medievales, gastronomía refinada, una intensa vida nocturna y precios más que accesibles, incluso en euros, convierten la flamante república en el nuevo destino del que todos hablan




PODGORICA.- En mayo de este año las calles de Podgorica, la capital montenegrina, se vieron desbordadas por jóvenes con banderas rojas y botellas de raki. Había motivos para celebrar: después de un referéndum bastante reñido, Montenegro se emancipó de Serbia y se convirtió en el país más joven del mundo. En la Argentina conocemos una de las consecuencias de este último cisma balcánico (el humillante 6-0 que sufrió la dividida selección de Serbia-Montenegro en Alemania contra el equipo de Pekerman), pero poco sabemos del futuro brillante que aguarda a Montenegro, que podrá finalmente lanzarse al mercado turístico sin tener que promocionarse a través de los kafkianos ministerios de Belgrado. O, por qué no, de la mano de la última superproducción de James Bond, Casino Royale (el casino que da título a la película está situado justamente en Montenegro, aunque en realidad el rodaje se haya hecho en la República Checa...).
Montenegro tiene todo lo que un destino turístico puede pedir. Playas de ensueño sobre el azul alucinante del Adriático, montañas de un dramatismo sublime, burgos deliciosos, una vida nocturna febril, cocina refinada, y lo mejor de todo, precios de no creer. El país decidió adoptar como moneda el euro, aunque no forma parte de la zona del euro, lo que permite que los precios sean tan bajos. Quien se anime a aventurarse se sorprenderá.
Kótor es, sin lugar a dudas, el mayor atractivo de la costa montenegrina. Ubicada al pie de los Balcanes, al fondo del fiordo más austral de Europa, esta preciosa ciudad amurallada fascina al visitante con su arquitectura veneciana y las callejuelas retorcidas. En los primeros días de agosto se celebra en Kótor un original carnaval con conciertos de música folklórica y cientos de personas bailan frenéticamente hasta la madrugada. En las noches de carnaval la ciudad se convierte en una megadiscoteca con gente de todo el país y con algunos puñados de italianos que, habiendo oído rumores acerca de la belleza proverbial de las montenegrinas, cruzan en ferry desde Bari para no perderse la fiesta. El hotel-restaurante-bar Rendez-Vous, en el centro histórico, cobra sólo 25 euros por una habitación con desayuno en temporada alta.
Si de vida playera se trata, entonces hablemos de Budva y de Petrovac. Sin los atractivos arquitectónicos de Kótor, Budva ofrece sin embargo playas sensacionales, muy buenos restaurantes y un famoso festival de música electrónica, también en la primera quincena de agosto. Petrovac, por su parte, se sitúa en una pequeña bahía y tiene las mejores playas del país. La ciudad es también famosa por su gastronomía. En el restaurante Fortuna uno puede deleitarse con deliciosos platos de pescado, regarlos con vino serbio, probar alguno de los tentadores dulces montenegrinos y no gastar más de 15 euros por persona.

Hollywood en el Adriático

¿Qué tienen en común Elizabeth Taylor, Richard Burton, Sophia Loren, Silvestre Stallone, Catherine Zeta Jones y Michael Douglas? Que todos, en algún momento, veranearon en la exclusivísima minipenínsula de Sveti Stefan, la perla del Adriático.
A escasos kilómetros de Budva se alza Sveti Stefan, un sitio único en el mundo. Unida a la costa por una estrecha escollera, esta antigua aldea de pescadores es, desde los años 60, un paradisíaco resort privado. Las casas han sido convertidas en posadas y restaurantes, y un majestuoso hotel-casino domina el paisaje. La entrada al pueblo cuesta 8 euros, pero vale la pena la visita por la belleza de las callecitas; la paz de sus terrazas, que dan al mar, y el aroma perfumado de sus olivos.
Si bien la península de Sveti Stefan, con sus aires hollywoodenses, escapa a las posibilidades del turista medio, la costa circundante ofrece playas maravillosas y gran variedad de posibilidades para pernoctar. Es común en los Balcanes que la gente alquile habitaciones en sus casas a precios risibles (entre 5 y 10 euros la noche). Busquen los carteles que dicen Sobe : habitaciones.
El antiquísimo burgo de Ulcinj, al sur del país, casi llegando a la frontera con Albania, fue en los siglos XVI y XVII santuario de temerarios piratas malteses y argelinos. Personajes como los hermanos Karamindzoja, Lika Ceni y Ali Hoxha comandaron violentas flotas que atacaban buques venecianos y se forjaron una fama que aún perdura en el sur de Montenegro.
El 26 de septiembre de 1575 Miguel de Cervantes Saavedra volvía a Nápoles después de varios años de lucha contra los turcos. Era un día majestuoso en alta mar y El Manco de Lepanto ya añoraba con volver a España cuando un galeón pirata abordó el barco en el que viajaba y tomó prisionera a gran parte de la tripulación. Sabemos que Cervantes terminó esta aventura en una oscura mazmorra de Argel, pero hay quienes creen que los piratas argelinos que lo capturaron hicieron una escala técnica en Ulcinj.
En la plaza principal de Ulcinj, donde los piratas festejaban sus atracos con pantagruélicos banquetes, todavía se halla el edificio donde Cervantes habría pasado su cautiverio. No faltan quienes especulan que Dulcinea del Toboso, la musa del Quijote, fue inspirada por una bella montenegrina de Ulcinj a la que Cervantes había visto desde la ventana de su celda.

Datos útiles

Cómo llegar

Por Alitalia a Belgrado (aprox. 1000 dólares) y después en micro hasta Budva o Kótor (10 euros). Otra opción es volar a Roma (aprox. 900 dólares), de allí a Bari en tren (30 euros) y en ferry hasta Bar (50 euros).

Dónde alojarse

En temporada alta, se consiguen hoteles entre 25 y 35 euros la habitación doble (de 2 estrellas; a partir de 3 estrellas tienen precios internacionales, 80 o 100 euros por una doble). También hay alojamiento en casas particulares (se anuncia en la puerta de la casa con un cartel que dice Sobe ); alrededor de 10 euros, incluso menos.

Precios

Un café en un bar con terraza cuesta entre 1 y 2,5 euros. Una cerveza Niksiæko, la más popular, 2 euros (durante el carnaval de Kótor el vaso de medio litro por la calle cuesta 0,50 euro). Viajes en micro Kótor-Budva, Budva-Sveti Stefan, Budva-Ulcinj, entre 5 y 7 euros. Una hora de Internet, 1 euro. Cena para dos, entre 10 y 15 euros.

Clima

En verano (de junio a agosto), las máximas son de 26°C aproximadamente en la costa; en las montañas la media es de 17°C.
En invierno (de noviembre a febrero) las temperaturas pueden bajar hasta 0°.
Por Pablo Maurette
Para LA NACION

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