
Tengo que empezar a planificar mi mudanza. Decidir al menos cuándo lo voy a hacer. Es rara la idea de dejar esta casa en la que viví tantos años aún cuando se trata de algo mucho mejor y de un proyecto importante. A la noche camino por casa y siento que me va a costar acostumbrarme al nuevo espacio, las nuevas dimensiones. Hasta me cuesta imaginarme el nuevo lugar cuando digo "casa".
Me pasaron dos opciones de mudanzas y mudadoras: una en la que básicamente te empacan todo con vos incluida en uno de los canastos y otra en la que te los traen el día anterior y vos embalás todo y es muchísimo más barata. Mara dice que si lo quiero hacer por todavía menos plata puedo contratar un flete y embalar todo yo en cajas de cartón que podemos comprar en el Once una semana antes. La diferencia es abismal.
-Y el deterioro físico y mental que te deja una mudanza ni te cuento- preparate mamita.
Sabemos que Mara no te la rebaja con soda, cuando se viene el trago fuerte ella te la manda así. Me voy a tomar el resto del fin de semana para decidirlo. Mientras tanto, acepto sugerencias de los recientemente mudados. ¿Es tan grave como dicen?
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
