Tengo que empezar a planificar mi mudanza. Decidir al menos cuándo lo voy a hacer. Es rara la idea de dejar esta casa en la que viví tantos años aún cuando se trata de algo mucho mejor y de un proyecto importante. A la noche camino por casa y siento que me va a costar acostumbrarme al nuevo espacio, las nuevas dimensiones. Hasta me cuesta imaginarme el nuevo lugar cuando digo "casa".
Me pasaron dos opciones de mudanzas y mudadoras: una en la que básicamente te empacan todo con vos incluida en uno de los canastos y otra en la que te los traen el día anterior y vos embalás todo y es muchísimo más barata. Mara dice que si lo quiero hacer por todavía menos plata puedo contratar un flete y embalar todo yo en cajas de cartón que podemos comprar en el Once una semana antes. La diferencia es abismal.
-Y el deterioro físico y mental que te deja una mudanza ni te cuento- preparate mamita.
Sabemos que Mara no te la rebaja con soda, cuando se viene el trago fuerte ella te la manda así. Me voy a tomar el resto del fin de semana para decidirlo. Mientras tanto, acepto sugerencias de los recientemente mudados. ¿Es tan grave como dicen?