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Nacho Gadano. "No tengo destinos pendientes, pero sí mucho por descubrir"

Algo para declarar




-¿Qué es lo que más te atrae de la situación de estar de viaje?
-Lo mejor de estar de viaje es estar ahí. El puro presente, una sensación de entrega total a lo que está pasando. ¡Pegarse un viaje propiamente dicho!
-¿El destino más exótico que hayas visitado?
-Lo más exótico para mí fue una ciudad muy loca en un desierto al sur de Estados Unidos: Albuquerque. Una energía y unos cielos indescriptibles. Una mezcla de culturas totalmente delirante: neohippies automarginados, estudiantes universitarios, pueblos originarios conquistados, mexicanos indocumentados, yanquies pro bélicos. Es donde transcurre Breaking Bad, y no tengo dudas de que ese lugar tuvo mucho que ver con la fascinación que provoca la serie. Estuve un tiempo haciendo funciones de María de Buenos Aires, la operita de Piazzolla, con el personaje de El Duende, tan delirante y maravilloso como esta genial ciudad de Nuevo México.
-¿Un buen destino para una escapada de fin de semana largo?
-Recomiendo Montevideo. Una de las ciudades más lindas del mundo. Y está acá nomás, cruzando el río. Y además conserva cosas que también son nuestras, pero que perdimos. Una cultura rioplatense que a mí, personalmente, me conmueve. La Ciudad Vieja es un barrio maravilloso, la rambla, las ferias, los parques, Carrasco.
-Si pudieras llevar un solo objeto en tu valija, ¿qué elegirías?
-Asumo con cierto desencanto que llevaría el celular, pero sobre todo por la información y las herramientas. No me molesta tanto quedarme sin señal o sin Internet, al contrario, diría que me aliviana bastante el equipaje.
-¿Un museo que te haya gustado especialmente?
-Tate Modern, en Londres. Es una antigua fábrica al lado del río Támesis, con enormes espacios rediseñados que te permiten disfrutar muy relajadamente de todas las obras. Creo que Londres es la ciudad de los museos. Entre lo que compraron y lo que se apropiaron lo tienen absolutamente todo. Una mención también al museo de Tokio, en París.
-¿La gira más larga que hayas realizado?
-No fue la más larga, pero fue de las más disfrutables, la gira que hice con mi mujer, Andrea Bonelli, con un espectáculo de teatro musical por el extremo sur de la Argentina y Chile. Llegamos en avión a Río Gallegos y después en una camioneta seguimos a El Calafate. Pasamos a Chile por Río Turbio y cantamos tangos, valses y milongas en lugares como Punta Arenas o Puerto Natales, cruzamos el estrecho de Magallanes y de nuevo en el país llegamos a Río Grande, siempre a teatros llenos, de gente que nos recibía con muchísimo afecto y entusiasmo. Finalmente terminamos en Ushuaia, en un teatro algo apartado frente a la ciudad, un antiguo hangar del otro lado del Canal de Beagle. Una experiencia fascinante y un gusto grande que nos dimos.
-¿Un destino pendiente?
-No siento que tenga un destino pendiente, pero sí tengo todo por descubrir, como si pudiera vaciarme de los viajes acumulados para llenarme de nuevo con los destinos que puedan aparecer. Este oficio te propone eso, sorprenderte con los lugares adonde te toque ir.
-¿Algún prejuicio que hayas derribado viajando?
-Podría decir que los pueblos no necesariamente se corresponden con los gobiernos, y que hay que saber buscar lo valioso de las cosas y de las personas sin pretender que te lo concedan de antemano.
-¿Un día de vacaciones perfecto?
-Me tomaría unos mates, con pan casero, algún dulce y un quesito del lugar. Saldría a caminar o a andar en bici, buscaría un lugar con mucha energía o un impactante paisaje para hacer alguna rutina física. Al mediodía, ensaladas varias y si hay huerta orgánica mucho mejor. Por la tarde, música, algo para leer o estudiar. Mate con alguna yerba con hierbas, escuchar un poco de radio y cuando cae el día prender un fuego grande y tirar a la parrilla cualquier alimento que se pueda asar. Algún juego de mesa con un poco de alcohol y lo que resta de la noche queda librado al azar.ß

Stonehenge, piedras y pájaros

"Este verano en el sur de Inglaterra fui a visitar Stonehenge, un lugar muy mágico. Te daban la opción de llevarte en unos micros especiales hasta allí pagando una entrada bastante cara o ir gratis caminando unos kilómetros por el campo hasta las piedras. No lo dude y me largué a campo traviesa. El problema fue que al llegar, sólo los del micro podían acercarse a las piedras. Yo quedé lejos, atrás de un alambrado con unos tipos grandotes de seguridad que miraban para mi sector. No estaba en mis genes tener que pagar la entrada cuando ya había llegado hasta ahí. Yo traía una cámara de fotos grande colgada del cuello y se me ocurrió empezar a sacarles fotos a unos pájaros negros en el alambrado. Estuve como veinte minutos sacándole fotos con el pretexto de tener distintos ángulos hasta que crucé el alambrado con total naturalidad y profesionalismo. Me concentré tanto en mi sesión de fotografía que cuando me quise acordar ya estaba a tres metros de las piedras, pero de espaldas, con el zoom de la cámara haciendo foco en los pájaros."
Para Más datos
Por estos días protagoniza Anda Jaleo, de Susana Toscano, junto a Esteban Prol y Alain Kortazar. Todos los lunes, a las 21, en el teatro La Comedia (Rodríguez Peña 1062). Entradas, 180 pesos.

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por Redacción OHLALÁ!


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