
No estamos preparados para que la comida tarde más de la cuenta. Uno llega, con su novio por ejemplo, elije una mesa, ordena y espera. Hay como un tiempo estándar. El tiempo en el que charlás, te contás lo que hiciste en el día, algo curioso, listo. Ahí debe llegar la cena. Cuando demora un toque más empiezan los problemas. Quizá la pareja esté bien, pero si la comida tarda, algún quilombito empieza muy de a poquito.
Silencio.
¿No tenemos temas para hablar?
¿No nos vemos en todo el día y ahora que tenemos tiempo no tenemos tema de conversación?
¿Estaremos dejando de tener cosas en común?
¿Ya no nos resultamos interesantes?
¿Estamos juntos por costumbre?
Si esto nos sucede ahora, ¿qué nos pasará en el futuro cuando tengamos 30 años de casados no?
Todas esas preguntas, así como vienen se van cuando llegan los dos lomitos completos.
Amor, ¿me pasás la salsa golf?
Sí, bichi.
Te amo
Yo más
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
