Newsletter
Newsletter

Nino Dolce




OK. No tengo norte. Soy una mina sin convicciones ni principios.
Unas velitas, unos tagliatelle cortados a cuchillo con una salsa casera, un rico vino, unos mimos, unos besos, unas palabras al oído y yo termino irremediablemente en los brazos del cocinero. Yo que había jurado y perjurado portarme bien o al menos ir cauta hasta ver qué onda. Bueno, ¿qué onda? ¡Toda! MLD, el abogado seriecito sacó el tigre que tenía adentro, ese Nino Dolce cocinero hot y no sólo por la comida; fueron las luces, la música y algún brebaje invisible tan pero tan potente que me nubló la vista cuando lo vi cocinar, bailar (MLD baila como Elvis), me anuló el criterio de soltera precavida y me llevó como zombie hasta su cama. Así como Hansel y Gretel siguiendo las miguitas fui. Un fin de semana continuado en los brazos de mi Nino Dolce hasta esta mañana con una única pasada por casa para bañarme, buscar ropa y unas zapatillas. Porque que se sepa, MLD me llevó a correr a Palermo con ese calor. Lo más grave fue que accedí y nadie sabe cómo me llegó el aire a los pulmones. Lo que es la motivación, ¿no?
Poco norte. He perdido mi brújula, ya lo dije, pero estoy feliz y hoy no me para nadie. Por ahora.
Consejito utilísima: las apariencias engañan. No te confíes del serio abogadito, puede ser un tigre en potencia.

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

¿Cuáles son los mejores lugares para probar este clásico postre italiano?

¿Cuáles son los mejores lugares para probar este clásico postre italiano?


por Redacción OHLALÁ!

Tapa de revista impresa OHLALÁ! de julio con Celeste Cid

 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2025 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP