
Anoche Nico no se quedó a dormir. Trató, hizo todo lo posible, intentó por todos los medios, pero en el momento de los bifes, no pude. Así de sencillo (y no por eso, fácil). Me dio un rechazo horrible. No Nicolás, pero la situación. Sentí como una piña. De verdad.
OK, yo sé que soy vueltera. Pero ustedes entiéndanme:
Desde que pasó todo lo de Nicolás y la imprentera, no volví a tener conacto sexual con él (ni con nadie, claro está).
Mi inconsciente decidió que su affaire fue algo neta y puramente sexual, no emotions at all.
Entonces anoche pensé: esto es lo que hiciste. Yo soy una imprentera más. NO, yo no soy eso. Yo soy la madre de tus hijos, guanaco.
El día que vivamos como familia, voy a ser tu mujer.
Imprentera, jamás.
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