Newsletter
Newsletter

Oaxaca, sinónimo de tequila, sol y playas

En este Estado del sur mexicano se respiran aires coloniales con perfume de azahar; los colores invaden todos los rincones




OAXACA, México.- Cuando el viajero sueña el viaje a México, se imagina que allí encontrará una mezcla explosiva de ruinas aztecas y mayas, playas caribeñas y el candor del tequila. Y cuando llega, se da cuenta de que México es todo esto y muchísimo más. Especialmente si comienza su recorrido por Oaxaca, capital del Estado del mismo nombre, a seis horas de autopista desde el Distrito Federal hacia el Sur.
El nombre Oaxaca viene del nahuatl Huaxyacac , cuyas raíces son Huaxin (guaje) y Tacatl (cima o nariz, punta o principio, traducido como la nariz o punta de los guajes).
En la ciudad, donde se respiran aires coloniales, los colores lo invaden todo como en las pinturas de Rufino Tamayo. Algunas calles huelen a azahar y muchas otras, a chile frito, y los tañidos de las campanas se escuchan desde todos los rincones.
Fundada por los españoles, elevada al rango de ciudad por Carlos V en 1532, es un lugar encantador, con muchas iglesias, buenos museos y conventos del siglo XVI como el de Santa Catalina de Siena, donde el turista puede alojarse o tomar un chocolate entre buganvillas y columnas ancestrales.
De todas los templos que posee la ciudad -cada recoveco tiene un santo patrono o una capillita, y las procesiones se suceden sinfín, casi todos los días-, las tres iglesias más bellas que valen una visita cualquiera que fuera la religión que profese el viajero son la catedral, la Soledad y Santo Domingo.
El Zócalo, la plaza principal, data de 1529 y es un sitio ideal para caminar y detenerse a comprar artesanías o tomarse un caballito de tequila con algún acompañamiento, siempre picoso.
Entre los museos, sobresalen el Regional de Antropología e Historia, el Rufino Tamayo y el de Arte Contemporáneo.
La Unesco declaró oficialmente al centro colonial de la ciudad de Oaxaca como parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987.

Salir de compras

Otra forma de conocer a fondo las ciudades es por medio de sus mercados; en México son un espectáculo aparte. Los puestos de los tianguis Benito Juárez Maza y 20 de Noviembre desbordan de ingredientes desconocidos. Visten los locales los chiles de infinitas variedades, las botellas de tequila, las hamacas, los juguetes chinos, las artesanías de cerámica negra y verde -aunque lo mejor es comprarla en los pueblos- y el mezcal, mientras el olor a tortilla y a chapulines se cuela por todos los intersticios. Estos últimos son grillos fritos, negros y crocantes, y se sirven en unos conos como los de papas fritas.
Las mujeres hornean tortillas que se piden por orden y vienen de a cinco, recién cocidas sobre una suerte de tambor de hojalata o comal, bien calientes: son como el pan diario de México. Todo se ofrece en un aquelarre infinito donde, entre puesto y puesto, la imagen de la Virgen de Guadalupe o la de la Soledad lo custodia todo.
La omnipresencia de la patrona de México, también conocida como Tonatín por los indígenas, es palpable en todo el país, cubierta de pétalos de rosa y velas encendidas dondequiera que se la encuentre. Las mismas velas que iluminan las cientos de calendas o procesiones religiosas que se realizan a diario, alimentando así el sincretismo religioso que se da en todo México.

Agua y arenas finas

El Estado de Oaxaca cuenta con una franja costera de alrededor de 548 km de litoral en el Pacífico mexicano. El agua verde azul, las arenas finas y el resguardo de las tradiciones hacen de las playas refugios añorados por los turistas frente a otros centros más populosos como Cancún o Acapulco.
Zicatela es ideal para la práctica de surf; en Escobilla se produce el desove y reproducción natural de la tortuga y Mazunte y San Agustinillo cuentan con su museo vivo y son considerados reserva ecológica campesina . En Zipolite no hay vergüenza que valga: es la playa nudista por excelencia.
Las bahías de Puerto Angel y Puerto Escondido conservan el sabor a provincia a pesar del turismo, y Huatulco cobija sus nueve bellísimas bahías desde que Quetzalcoatl dejó la Santa Cruz de madera como herencia a los lugareños.

La Danza de los Diablos

  • El próximo miércoles comenzarán los festejos de la tradicional celebración mexicana del Día de los Muertos, el 2 de noviembre. En la ciudad de Oaxaca, la fiesta incluye diversión de 12 a 24, de miércoles a viernes, con representaciones diversas que incluyen un cortejo fúnebre alegre, la comparsa de los muertos, ofrendas de chocolate y pan de muerto, y la representación de la Danza de los Diablos, entre otras actividades programadas por la Dirección Nacional de Turismo Municipal y demás entes del Gobierno estadual. Los festejos continuarán hasta el viernes.
Silvina Beccar Varela

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

¿Cuáles son los mejores lugares para probar este clásico postre italiano?

¿Cuáles son los mejores lugares para probar este clásico postre italiano?


por Redacción OHLALÁ!

Tapa de OHLALÁ! julio de Nico Ochiatto

 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2025 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP