

En Open Door, partido de Luján, a una hora de la ciudad de Buenos Aires, el Resort de Campo y Polo ofrece una opción hotelera que combina confort y naturaleza para toda la familia. Se inauguró en 1999 como franquicia de la cadena Howard Johnson y desde 2001, sus mismos dueños continuaron con el emprendimiento en forma independiente.
Realizado por el estudio de arquitectos De Paula y Desmery, se trata de una casona neocolonial con toques camperos que logran una muy buena ambientación. Desde todas las habitaciones se ven las cuatro canchas de polo administradas por el vecino La Cañada Polo Club, inmersas en las 60 hectáreas del predio.
En el lobby, donde también se sirve el té con tortas, la barra de madera y el hogar invitan a sentarse en butacas de tractor, dispuestas a modo de banquetas, o en confortables sillones.
El restaurante La Perdiz y su terraza con vista al campo completan el panorama de los servicios. En proyecto están la construcción de un anexo con 20 habitaciones más y un centro de alto rendimiento deportivo.
Como cuenta con dos salones para 150 personas, muchas empresas utilizan el resort durante la semana para realizar actividades fuera de la oficina.
El fin de semana, en cambio, el público es netamente familiar. Hay programación opcional de caminatas, cabalgatas grupales o individuales que llegan hasta el río Luján, pileta climatizada, happy hours, horarios de películas infantiles y no tanto que se proyectan en el microcine.
En el salón de juegos con baby sitters se desarrollan actividades para niños de 4 a 12 años. También se puede andar en bicicleta, jugar al tenis, al voley o al fútbol.
Para aquellos que quieran dar sus primeros pasos en el polo (antes hay que saber andar bien a caballo) se ofrecen clases de taqueo. Y si la suerte lo acompaña podrá presenciar un partido de este deporte con jugadores de campeonato de mediano handicap de los clubes de la zona o algún amistoso. Además de los caballos del hotel (12 disponibles), hay caballerizas donde se atienden a los equinos de los clubes del área.
Otras actividades son el driving range del establecimiento y la cancha de golf La Colina, a 2 km, donde se puede jugar con un green-fee preferencial.
Delicias de tierra adentro
Toda la primera etapa del restaurante La Perdiz, abierto al público en general, ubicado en el primer piso del establecimiento, contó con el asesoramiento de Dolli Irigoyen. Pasó mucha agua bajo el puente desde que ella se fue, pero dejó su impronta al decir del actual cocinero, Pedro Rojas.
Básicamente, se trata de cocina mediterránea con toques criollos, productos de estación y de la zona. Destacan los panes caseros y calientes, las pastas como los ravioles de mousse de puerro con crema de hongos o de calabaza y nuez, los tortellis de cordero o los sorrentinos de choclo y champiñones; las carnes (novillo, cordero, faisán al Chardonnay con brócoli, conejo) y el locro de perdiz, en honor a la casa. La lista de vinos es corta, pero la selección es interesante e incluye bodegas clásicas y no tanto. Los domingos se sirve asado al carbón en el lindero quincho Los Aromos, sólo para los huéspedes. Incluye chorizo y morcilla, achuras, lomo, costillar y pollo, más las ensaladas y los postres criollos.
Excursiones campestres
El establecimiento organiza visitas a la basílica y cripta de la Virgen de Luján, distante 14 km. Otra posibilidad es el recorrido por el Museo Colonial e Histórico o la Abadía de San Benito, donde puede visitarse sus plantaciones de frutillas y el criadero de gallinas, además de comprar dulces.
A 7 km se encuentra el Zoo Luján con animales sueltos y a 12 km, la Fábrica La Salamandra ofrece un recorrido guiado gratuito por los distintos procesos del dulce de leche.
Por último, el pintoresco pueblo de Open Door resulta una mezcla interesante de boliches de campo, vaquianos y extranjeros que se acercan a ver caballos de polo que se crían en la zona. Allí se puede comer o tomar algo en El Chango, bodegón frecuentado por polistas. Por las calles circulan caballos, petiseros, autos, carretas. Otras opciones gastronómicas son La Garza Lola y A lo Pampa, que ofrecen parrilla y pastas caseras.
Datos útiles
Cómo llegar
Tomar el Acceso Oeste hasta el km 59 y allí doblar por la ruta 6 a la derecha por 6 km. Otra opción es tomar la Autopista Panamericana, ramal Pilar, hasta ruta 6, a la izquierda, 12 km.
Alojamiento
Fin de semana $ 300
Habitación doble, con desayuno.
Habitación doble, con desayuno.
Internet
Silvina Beccar Varela
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