Overbooking o sobreventa, el vicio de las aerolíneas
Cuando se venden más pasajes que asientos disponibles, las compañías benefician a los viajeros que ceden su lugar; cuáles son sus derechos
3 de agosto de 2014
Existe un término que cualquier pasajero más o menos frecuente tiene incorporado en su léxico: sobreventa de pasajes. Es decir, vender más tickets aéreos que plazas disponibles en el avión. Lo aceptamos como intrínseco a los viajes, algo tan natural como puede ser una cancelación de vuelo por mal tiempo o una demora por fallas técnicas.
Así, los aeropuertos se convierten con frecuencia en mercados de subastas donde las compañías aéreas ofrecen jugosas recompensas -ya sea por medio de altoparlantes o silbando bajito, a través de un empleado que se pasea por las filas- a aquellos pasajeros que aceptan no subir al avión y partir al día siguiente. Desde dinero en efectivo hasta upgrades o cupones por vuelos gratis, los beneficios tienden a mejorar a medida que se acerca la hora del despegue y la aerolínea no logra descomprimir el avión.
El llamado overbooking es uno de los problemas más comunes de las compañías aéreas. La ecuación es simple: las aerolíneas tienen que ocupar la mayor cantidad de asientos para que el tramo sea rentable. Pero sucede que siempre hay pasajeros que no se presentan al vuelo, un porcentaje que varía según la época, el destino y el mercado (el no show es más común entre viajeros de negocios que turistas). Para evitar aquellas butacas vacías, entonces, la aerolínea sobrevende el vuelo según los historiales de cada ruta en particular.
"Pero un día te vienen todos los pasajeros juntos y se produce el cortocircuito. Así y todo, a la aerolínea siempre le conviene pagar alojamiento, comida y un bonus a las personas que se queden en tierra antes que tener asientos vacíos. Es decir, seguir sobrevendiendo", explica Santiago García Rúa, asesor en temas aéreos y director de Aviación News.
El hecho de que la aerolínea sobrevenda a sabiendas de que puede perjudicar al pasajero es, según la abogada especialista en Derecho del Turismo Karina Barreiro, una práctica dolosa (con intención). Y aunque en la Argentina no existe una legislación específica respecto del overbooking (la resolución 1532/98 deja mucho que desear en cuanto a la protección de los pasajeros aéreos), existen diferentes canales para reclamar una compensación por denegación de embarque.
Porque si bien siempre se buscan voluntarios que acepten los premios de la compañía aérea para bajarse del vuelo, a veces estos voluntarios no son suficientes. Ante esta situación, la aerolínea elegirá a dedo a aquellos pasajeros que se quedarán en tierra, les guste o no.
Según Barreiro, en estos casos los tribunales reconocen el derecho del viajero a una indemnización económica, aunque ésta está librada a las regulaciones del transportista. Pero como el overbooking no está contemplado ni en el código aeronáutico ni en los tratados internacionales, también se puede reclamar en la Subsecretaría de Defensa al Consumidor -haciendo valer los derechos amparados en la ley 24240-, donde rigen otro tipo de multas (más favorables al consumidor).
En Europa, donde cada año unos 250.000 pasajeros de compañías aéreas europeas sufren la sobreventa de pasajes, el tema está contemplado en el reglamento 261/2004, con indemnizaciones de los 250 a los 600 euros (en rutas de más de 3500 km).
"La multa aplica en un vuelo de España a la Argentina, por ejemplo, aun si es con Aerolíneas Argentinas. En ese caso correspondería el monto máximo", ilustra Barreiro.
El factor no show
Así como hace no tantos años el no show rondaba el 30% de la nómina, García Rúa dice que el hecho de que hoy existan distintos tipos de tarifas para un mismo vuelo hace que disminuya el número de pasajeros que no se presenta al embarque.
"Antes no viajabas y no pasaba nada. Hoy, según lo que pagaste, tenés la posibilidad de recuperar algo, todo o nada", sintetiza. Y recomienda: "Para no quedarse abajo, lo mejor es llegar temprano al aeropuerto".
Diego Benítez, titular de la Asociación Argentina de Derecho del Turismo (Aadetur), agrega que llegar temprano no es la única clave para evitar ser víctima de la sobreventa.
"El Web check-in ayuda a sortear esta situación y, también, a impedir que al pasajero lo cambien de vuelo cuando hay muchas cancelaciones en vuelos anteriores. Porque si ya tiene su boarding pass en mano es su decisión cambiar, no de la compañía. Sin ese instrumento queda a merced del personal del counter."
Según las cifras de la Aadetur, el 60% de las quejas vinculadas a las sobreventa se produce entre el 15 de diciembre y 15 de enero de cada año (el primer fin de semana de las vacaciones de invierno comprende el 15% del total anual).
Dentro del sector aerocomercial, desde 2007 es el cuarto motivo de quejas, después de las demoras y cancelaciones, equipajes y devolución de tickets.
Y como hay gente para todo, aquellos avivados que busquen hacer negocio con la sobreventa ya lo saben: compren pasajes para volar entre el 15 de diciembre y el 15 de enero, elijan rutas muy demandadas y lleguen lo más tarde posible al aeropuerto. Si tienen suerte, tal vez se queden en tierra.