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Padres de viaje, sin chicos, pero con culpa

Muchos quisieran, aunque pocos los dejan en casa

11 de noviembre de 2007

NUEVA YORK (Reuters).- La mayoría de los padres desearía ir de vacaciones sin sus hijos..., pero el sentimiento de culpabilidad los detiene.

Al menos eso indica una encuesta realizada en Internet entre 400 padres norteamericanos por la empresa Kelton Research, que reveló que casi la mitad, un 47 por ciento de los padres, estaría dispuesta a darse un respiro de por lo menos un fin de semana sin los hijos, mientras que un 23 por ciento iría, pero limitaría su descanso a tan sólo uno o dos días.

No obstante, la encuesta, efectuada para la página de viajes en Internet Kayak.com, reveló que uno de cada tres padres, un 32 por ciento, no se había tomado nunca vacaciones sin los hijos mientras éstos tuvieron menos de 18 años.

"Parece que todo el mundo quiere ir de viaje sin los niños, pero tienen problemas para deshacerse de esa carga , ya sea por culpa o por encontrar a alguien que cuide de los chicos", explicó la vocera de Kayak.com, Kellie Pelletier.

La encuesta, realizada entre el 3 y el 9 de octubre, reveló que el 21 por ciento de los padres se sentiría culpable todo el tiempo si dejara a los hijos, si bien ellos parecen tener menos reparos que ellas.

Más de un tercio de los papás, un 34 por ciento, confesó que no se sentiría del todo culpable si tomara unas vacaciones sin niños, frente al 16 por ciento de las madres.

Los padres son también menos propensos a llamar a casa de forma regular cuando están fuera: tan sólo un 26 por ciento de los encuestados lo haría un par de veces al día, en contraste con el 35 por ciento de las madres.

Cuatro de cada 10 padres averiguarían cómo están sus hijos una vez al día. Pero según la encuesta, la mayoría de los padres (un 67 por ciento) que finalmente deciden ir de vacaciones dijo que su principal prioridad es relajarse y pasar tiempo con su pareja.

Pelletier explicó que el número de padres que se toman vacaciones sin hijos había disminuido tras el 11 de septiembre de 2001, pero estaba comenzando a remontar gracias al creciente número de ciudades que organizan vacaciones "sólo para adultos".

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