

CIUDAD DE MEXICO (The New York Times).- Si la cultura occidental se torna molesta, siempre se puede optar por otra. Una manera de hacerlo es retrocediendo en el tiempo hasta la civilización maya. En el apogeo de su imperio, del siglo III al X, los mayas reinaban en una cadena de ciudades y pueblos desde el sur de México a través de Guatemala y Belice y hasta el Oeste de Honduras y El Salvador. Algunas fueron muy poco exploradas, siguen siendo remotas, a las que se puede llegar sólo a través de un río o a pie. Otras, en cambio, son de fácil acceso.
Aunque la velocidad no es lo esencial. Tomarse el tiempo necesario para recorrer las ruinas mayas trae grandes satisfacciones. Miles de turistas se someten a excursiones fugaces a los sitios más conocidos como Chichén Itzá, en Yucatán, y Monte Albán, en las afueras de la ciudad colonial de Oaxaca, haciendo apenas una pausa para absorber lo que van viendo. Mucho mejor es dejarse perder en el bosque tropical en un lugar en el que aún resta mucho por excavar, como Palenque en el norte de Chiapas o Cobá, en el corazón de Quintana Roo.
Palenque siempre estuvo entre mis destinos favoritos. Rodeado de magia y neblina, preparado para la banda sonora matutina del chillido de los monos aulladores, es un sitio completamente apacible en las primeras y últimas horas del día. Repleto de templos, jeroglíficos, complejos paneles tallados, y esculturas de reyes guerreros y monstruos cósmicos, Palenque es un lugar para perderse en los sentidos.
Muchas preguntas
¿Cómo los mayas crearon esos calendarios sorprendentemente exactos y que aún hoy son precisos? ¿Cuáles son las raíces de sus espléndidos jeroglíficos, la única lengua escrita nativa de las Américas? Las respuestas, quizá estén en algún sitio por aquí, ocultas probablemente en las ruinas, o en las profundidades del bosque tropical que fue devorando a Palenque durante siglos.
Hace más de 200 años que se inventan historias sobre los mayas. El primer oficial militar español que exploró Palenque, en 1784, pensaba que era la Atlántida elevada, y sus arquitectos tenían que haber sido de Roma o Cartago. A fines de la década del 60, el hotelero suizo Erich von Daniken sostenía que había sido construida por visitantes del espacio exterior, y vendió millones de ejemplares de su libro Chariots of the Gods a lectores crédulos.
Hay sitios a lo largo de la ruta maya que quizá son más grandiosos. Pero Palenque continúa estando de algún modo perdido en medio del bosque tropical, remiso a develar sus secretos. Gran parte fue reconstruida de este modo, lejos del gran rompecabezas de sus ruinas.
La zona estuvo poblada por agricultores aproximadamente entre el año 100 a.C. y el 100 d.C. Los jeroglíficos descifrados muestran que surgió una gran dinastía en el año 431 de la era cristiana. Al poco tiempo, Palenque comenzó a comercializar con comunidades que se encontraban a cientos de kilómetros. Alcanzó la cumbre de su poder y creatividad durante el reinado de Pakal, que gobernó desde el año 615 hasta el 683. En aquel momento fue probablemente la ciudad más poderosa del oeste de la región maya, y ese poder se vislumbra hoy en el Palacio de Palenque y en sus fabulosos templos.
La tumba de Pakal, descubierta hace 50 años en las profundidades del magnífico Templo de las Inscripciones, está cerrada por tareas de restauración, y la custodia del lugar no sabe cuándo estará nuevamente abierta al público. Cuando la vi, quedé maravillado ante la lápida del sarcófago bellísimamente tallada que muestra a Pakal transformado en un dios en el momento de su descenso a los infiernos, trepando el árbol celestial en el abrazo mortal de una serpiente. Para Pakal, después de 68 años en el poder, parece haber sido una salida gloriosa.
Lo que está a la vista
Palenque comprende 22 grupos de construcciones importantes; más de una veintena aún sigue oculta en el bosque, a la espera de ser excavada. La zona que se limpió abarca más de 1,5 km2, pero puede llevar días recorrerla en profundidad. Conviene desplazarse lentamente en varios frentes, debido a la alta temperatura y humedad que se registran a media mañana entre marzo y noviembre.
Entre las estructuras más majestuosas de Palenque se destaca el Palacio, que da al Templo de las Inscripciones en la plaza principal de la ciudad. Se trata del complejo de construcciones más grande del lugar. El Palacio incluye patios, relieves en estuco con seres sobrenaturales y criaturas cósmicas, y cámaras ocultas que albergaban a los líderes políticos.
Cerca de allí se encuentran los edificios conocidos como el Grupo de Cruces: los Templos del Sol, la Cruz y la Cruz con hojas, que datan del reino del hijo y sucesor de Pakal, Kan Balam II (684-702 d.C.). En el solsticio de verano, los rayos del sol poniente iluminan el santuario interior del Templo de la Cruz con Hojas y un magnífico panel esculpido que ilustra la entronización de Kan Balam.
Un estudio detallado de los yacimientos mayas es importante porque ayuda a comprender otra época y otro mundo. En la entrada a Palenque hay guías especializados que pueden ayudar al visitante que llega por primera vez a descifrar su arte, arquitectura y ambiente intrincados. A tres kilómetros de la puerta de ingreso hay un museo moderno con algunas de las esculturas e inscripciones más importantes.
Existen dos lugares diferentes para alojarse en Palenque, cerca de la entrada de la zona arqueológica. El primero, Chan-Kah Resort Village, es cómodo, con una enorme piscina, bungalows pequeños y tranquilos, con pisos de piedra y amplios ventanales, y un restaurante bastante bueno. Panchán, en cambio, es un conjunto de posadas pequeñas, bungalows y casas de campo apenas saliendo de la ruta principal antes de la entrada al parque. Es el paraíso de mochileros, y el infierno para quienes buscan la comodidad de un hotel cinco estrellas.
Datos útiles
Cómo llegar
En avión US $ 873
Hasta Villa Hermosa, vía Santiago de Chile y México D.F., con tasas e impuestos. Desde allí se puede alquilar un auto o contratar un taxi, que cuesta entre 65 y 75 dólares.
Alojamiento
Complejo Chan-Kah US $ 100
Base habitación doble.
Base habitación doble.
Chato´s Cabañas US $ 14
Base habitación doble.
Base habitación doble.
Más información
Oficina de Turismo de México en Buenos Aires, Avda. Santa Fe 920, 4393-7070.
Tim Weiner
(Traducción de Andrea Arko)
(Traducción de Andrea Arko)
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