
Después del fin de semana, con Mariano decidimos dejar de vernos. De "vernos" en ese sentido al menos. Creo que terminó entendiendo mi punto de vista y de alguna manera le hice ver que no había manera que él estuviese pasándola bien si yo no. Las evidencias del sábado a la noche fueron por demás obvias. Sin embargo, fue todo súper tranquilo, charlado y hasta con esa sensación de que seguramente vayamos a ser buenos amigos con el tiempo. Les conté a mis viejos el domingo al mediodía, sin entrar en detalles, claro, pero los tenía que poner al tanto porque sino parece que más se les ocurre preguntarme acerca del tema.
-Vos sos difícil también, eh.
Papá se ríe cuando me lo dice pero a mí no me da ninguna gracia. Mi madre lo codea y me sonríe. La miro y le hago un gesto de que ni se preocupe y sigo comiendo. En mi casa sale mucho el gesto y la mirada. Se lo voy a recordar a mi analista ahora que lo pienso.
Hoy a la mañana reviso mi agenda y me acuerdo. Tengo mis dos entradas para el recital de Madonna y no sé que hacer. ¿Me las quedo a las dos? ¿O corresponde que le de una a él por si la quiere usar con alguien?
Estoy más tranquila. Y soltera de nuevo, supongo.
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