Antonieta Cortijo es delgada, pequeña y movediza como una oveja. Posee los rasgos bellos y firmes de una mujer que vive y lucha en el campo, atendiendo a los huéspedes que llegan a descansar a la estancia El Sosiego, partido de Arrecifes, a 160 km de Buenos Aires.
"No podría llevar adelante este emprendimiento sin la ayuda de mis dos hijos. Federico se ocupa de la parte contable desde Buenos Aires y Guillermo es el ingeniero agrónomo", contó Antonieta.
Hace cuatro años decidió abrir las puertas al turismo de un antiguo haras de 7 hectáreas convertido en chacra modelo, con monte de frutales y granja de chanchos, gallinas, conejos, estanque de gansos y patos, huerta orgánica, caballos y cultivo de maíz o soja.
Ella elabora todo lo que se come en la estancia, desde los dulces y quesos de campo hasta el conejo a la cacerola, que lleva miel y especias. El infaltable asado es bien completo, al que se suman el pollo al disco, la pizza a la parrilla de Federico, los pañuelitos -triángulos con espinaca, ricotta y nueces-, los fideos caseros o el lechón al horno de barro, entre otros platos. A pedido, Antonieta arma menús vegetarianos.
Los seis cuartos mueren en la galería cubierta de glicinas: eran la antigua caballeriza del haras y fueron reciclados con sencillez.
Luego la casa cuenta con un gran quincho con parrilla, donde se hacen las comidas comunitarias, y dos livings en planta baja y primer piso. El segundo, de piso de madera y paredes de ladrillo a la vista, cuenta con una hermosa vista a la tierra ondulada y fértil desde los sillones. Allí se puede curiosear los libros de la biblioteca, ver televisión, jugar al backgammon en la mesa de juegos y servirse un trago directamente de la barra: un refugio para no salir a ningún lado cuando llueve en el campo.
A través del vidrio se ven los 15 caballos que pastan frente al casco. Un poco más lejos, de la pileta con su guarida de árboles nace un camino hacia la laguna de peces, cubierta de lentejas de agua y flores de loto. Un pequeño puente de troncos conduce a un islote con un banco para leer o descansar.
"En auto se tardan unas dos horas. Pero con las obras de la autopista ruta 8 ya aprobadas, que tendrá tres manos hasta Cardales y luego dos hasta Arrecifes, el trayecto podrá hacerse en menos tiempo", informó Federico.
La cabalgata o el carruaje de 1920, tirado por la percherona Lucrecia y conducido por Gustavo Orozco, lleva a los turistas por el perímetro del sitio. El paseo culmina en la torre de agua que funciona como mirador, con vista de todo el predio de terrenos ondulados, ríos y arroyos cristalinos.
Atrás de la casa, al caminar por el parque con especies de más de cien años (como el ombú) se descubre el estanque con patos y gansos, el gallinero, el chiquero y las jaulas de los conejos. "A las crías no hay que tocarlas porque si no las madres las rechazan o las matan. Tenemos conejos para comer y otros para vender como mascotas", contó Gustavo Bianchini, ayudante de cocina.
Próximamente, un cuarto será la flamante carnicería donde se harán los chorizos de cerdo caseros: hasta ahora es el lugar para limpiar, pelar y trozar los animales que luego se cocinan.
"Una vez nos contó una pobladora que en el siglo XIX este lugar era un fortín, pero nunca pudimos comprobar la historia. Yo ofrezco buena cocina, tranquilidad -sosiego, claro- y la belleza del lugar", concluye con una sonrisa Antonieta mientras saca el pan del horno inundando la cocina de un olor delicioso, inconfundiblemente casero.
Arrecifes, cuna del automovilísmo y de corredores famosos
La ciudad de Arrecifes, a 10 km de la estancia El Sosiego, es conocida como la cuna del automovilismo ya que allí se festeja su fiesta, en la que participan los principales pilotos de la ciudad y aledaños. Allí nacieron Froilán González, Juan Cruz Alvarez, los Di Palma y Norberto Fontana, entre otros famosos corredores. En la ciudad hay un museo dedicado a este tema y también un pequeño monumento, así como una catedral preciosa y el Club Náutico de Arrecifes, con sus canchas de tenis de polvo de ladrillo. El año último se cumplieron 250 años del Curato de los Arrecifes, que debe su nombre al río homónimo que lo cruza.
Datos útiles
Cómo llegar
Tomar la Panamericana ramal Pilar, que deviene ruta 8 hasta el km 166. Doblar a la izq. por 3 kilómetros de camino de tosca hasta la estancia.
Precios
24 horas, con comidas incluidas: $ 200 por persona. Dos días, una noche, con pensión completa y actividades: 280 por persona. Incluye vino, cabalgatas, paseos en carruaje, bicicletas, sapo, volley, dardos. Cancha de golf en el pueblo La Luisa, a 10 km del campo. Green-fee de 9 hoyos: $ 25; (15) 5402-1888 y (15) 4409-0532.
Por Silvina Beccar Varela