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¿Podemos evitar ser infieles?

El filósofo Lou Marinoff analiza la raiz de una conducta que siempre deja a alguien lastimado. Dejá tu opinión.




Entre las muchas conductas que pueden dañar una relación y causar profundas heridas emocionales, la infidelidad posiblemente sea la que más hiere y lastima de todas. Cualquiera que haya descubierto la infidelidad de su pareja conoce los sentimientos fuertes que genera: una combinación de bronca, tristeza, dolor y traición, entre otras cosas. ¿Qué hace que alguien sea infiel? ¿Puede evitarse? ¿Puede perdonarse? Estas son las grandes preguntas de la columna de este mes.
Primero, debemos tener en cuenta que una relación monógama probablemente sea la manera ideal para que los hombres y las mujeres mantengan un vínculo íntimo, pero (como todos los demás ideales) es difícil de lograr en realidad. Muchas especies animales se aparean en forma monógama de por vida, como los gansos y los lobos, pero las relaciones de pareja humanas son mucho más complicadas y variables. Somos capaces de imitar a muchos animales, en especial a los simios: desde las familias nucleares de gibones hasta los harenes de gorilas, desde la promiscuidad de los chimpancés hasta las orgías de los bonobos, nuestros "parientes más cercanos" del reino animal desarrollaron los antecedentes tanto del matrimonio como de la infidelidad humana.
Las investigaciones corroboran lo que ya todos sabemos: que los hombres son mucho más promiscuos que las mujeres, y por lo tanto más proclives a cometer una infidelidad. Esto indudablemente está relacionado con la estrategia reproductiva masculina "preprogramada": los hombres están "diseñados" para esparcir sus genes tanto como sea posible. Por otro lado, las mujeres son más celosas y reservadas que los hombres, y por lo tanto tienden más a buscar venganza por la infidelidad de su pareja y a engañarlo respecto de sus propias aventuras. Esto sin duda está relacionado con la estrategia reproductiva femenina "preprogramada": las mujeres están "diseñadas" para monopolizar los genes de un hombre tanto como sea posible. De más está decir que las estrategias reproductivas masculinas y femeninas no son exactamente compatibles, y eso ayuda a explicar por qué existe la infidelidad.
¿Puede evitarse la infidelidad? Sí, mediante el compromiso y la comunicación. Si dos personas son fieles de corazón y valoran los beneficios de la fidelidad, pueden vencer las tentaciones. Si se comunican bien, pueden evitar los malos entendidos y las peleas que de lo contrario podrían llevar a una infidelidad.
¿Puede perdonarse la infidelidad? Sí, pero muy pocas veces sucede. Tomemos el caso de Lisa y Miguel, una pareja joven felizmente casada durante varios años que de a poco comenzó a tener serios problemas de comunicación. Lisa no "escuchaba" lo suficiente a Miguel, quien terminó teniendo una aventura. Eso ciertamente llamó la atención de Lisa. Después de vengarse siendo infiel ella misma, se acercaron a mí en busca de asesoramiento filosófico, porque querían salvar su matrimonio. Los ayudé a comunicarse de manera más eficaz y siguieron casados sin más infidelidades. Pero ¡el suyo fue un modo muy riesgoso de salvar un matrimonio!
Lo peor de la infidelidad es que socava la confianza. La raíz misma de la palabra significa "de poca confianza". Una vez que alguien fue infiel, es difícil volver a confiar totalmente en esa persona, y la falta de confianza es la mayor amenaza a cualquier relación a largo plazo. Aun así, sigo creyendo que el amor verdadero supera todo, incluso la infidelidad.

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por Redacción OHLALÁ!

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