

PORTILLO.- Sus músculos están tensos, su mente concentrada en una de las extensas pistas blancas que deberán seguir sus esquíes. Unos minutos antes de comenzar a deslizarse, alza la vista, el sol es implacable y toda la belleza del lugar se refleja en la laguna del Inca. Los picos nevados de los Andes parecen estar pintados sobre su superficie. Minutos después, comienza el descenso, aumenta la velocidad, el viento golpea sobre su cara y poco a poco todo se resume a esa sensación de libertad que experimentan los amantes de este deporte. Para subir a Portillo hay que dejar atrás la capital chilena para tomar, luego de varios kilómetros hacia el Norte, un sinuoso camino de 29 curvas que lleva hasta los 2850 metros sobre el nivel del mar donde se encuentra este reconocido centro de esquí.
Con 50 años de vida, Portillo se levanta aproximadamente a 140 kilómetros de Santiago y a tan sólo 8 de la frontera con la Argentina, en medio de un paisaje de altas cumbres que rodean la laguna del Inca en plena cordillera.
Hacia 1930, la audacia llevó a chilenos, europeos y norteamericanos a aventurarse y esquiar por las montañas que hoy disfrutan quienes se acercan al centro. La idea de que allí podrían establecerse pistas para practicar ese deporte no fue solamente un proyecto. Poco tiempo después, llegaban instructores europeos y se habilitaba un pequeño refugio llamado Hotel Portillo.
En 1949, este establecimiento era inaugurado; el área de esquí contaba con algunos medios de elevación y una escuela. El centro de nieve más antiguo de América del Sur continuó su crecimiento, y en 1966 fue la sede del Campeonato Mundial de Esquí.
Todo para disfrutar
Al acercarse a Portillo hoy, es posible distinguir hacia un lado y otro del camino los numerosos medios de elevación que trepan por las montañas que rodean la laguna y permiten el ascenso a los picos más altos. Sin duda, la nieve es la gran protagonista del lugar. La temporada se extiende desde junio hasta mediados de octubre. Las pistas suman alrededor de 23 y el punto más alto del centro alcanza 3310 metros. La gran cantidad de nieve caída en lo que va del año hace que las condiciones de esquí sean favorables, pero más allá de las marcas térmicas, Portillo asegura buena nieve gracias al sistema de fabricación artificial que posee.
Actualmente existen doce medios de elevación que incluyen sillas cuádruples, triples y dobles, y de arrastre, entre otras. Hay posibilidades para los principiantes, que cuentan con un 10 por ciento del área esquiable; intermedios y avanzados, para los que se reserva un 70 por ciento; y expertos, que pueden lanzarse en un 20 por ciento. El esquí y el snowboard están en el centro de la escena, pero la adrenalina sube con más rapidez cuando se practica el esquí fuera de pista o el heli-ski, otras de las alternativas para quienes conocen los secretos de este deporte.
Quienes se calzan las tablas por primera vez tienen la compañía de los instructores, con la capacidad de hacer olvidar posibles temores. La escuela de esquí posee profesionales que enseñan los movimientos y las posturas básicos. Además, se ofrecen clases para niños y especializadas para aquellos esquiadores que quieren perfeccionarse. Portillo es también conocido por la calidez de su gente. El hotel, el único en el centro, es una enorme construcción de color amarillo y azul a orillas de la laguna y al pie de las pistas. Aunque casi todas las actividades se centran en la nieve, la buena comida, el cine, la música y los deportes como el volley, el básquet, la natación, también tienen su espacio.
Recomendaciones
Cómo llegar
- Por LanChile, el pasaje de ida y vuelta de Buenos Aires a Santiago cuesta entre 240 y 292 dólares, con impuestos.
- Antes de partir hacia Portillo es necesario informarse sobre las condiciones climáticas que, en gran medida, determinan la viabilidad del camino.
- En combi, el precio desde Santiago hasta Portillo es de 50 dólares.
Alojamiento
- Una semana de estada en el Hotel Portillo (incluye 7 noches de alojamiento, 8 días de uso de los medios de elevación, cuatro comidas diarias, uso de la piscina, gimnasio, cine, discoteca, custodia de esquíes y otros servicios) vale 2045 dólares por una habitación doble, en temporada alta (hasta el 31 del actual) y de 1640, en temporada normal (del 1º de agosto al 4 de septiembre).
- También se puede optar por un departamento familiar que cuesta 1600 dólares en temporada alta y 1280 en normal.
Clases de esquí
- Las clases privadas cuestan 60 dólares por hora y las colectivas, 30, por una hora y media. El alquiler del equipo (botas, esquíes y bastones) es de 147 dólares por 6 días.
Silvina Vitale
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