

A sólo 50 minutos de Buenos Aires. Al noroeste de Luján, al llegar al kilómetro 72 del Acceso Oeste, un camino se desvía 11 kilómetros hasta Carlos Keen, pueblo que surgió como consecuencia de la construcción del ramal Luján-Pergamino del Ferrocarril Buenos Aires.
Aunque aquellas obras comenzaron en 1875, quizá Carlos Keen nunca haya tenido tanta notoriedad como el último verano, cuando allí desplegó sus escenarios y stands el Festival Campo Konex.
Con notas y publicidad en todos los medios, este festival, en el que actuaron Charly García, Luis Alberto Spinetta y Vicentico, seguramente no pasó inadvertido para los 600 habitantes de este pueblo. Basta decir que en un solo fin de semana desfilaron por allí unas 10 mil personas, se montó un operativo de seguridad con más de 200 policías en patrullas y se tomaron medidas extraordinarias como la prohibición del expendio de bebidas alcohólicas en cierto perímetro. Después de la polvareda, Carlos Keen volvió a sus rutinas pueblerinas. Pero ya se había ganado un lugar en el inconsciente colectivo.
Pueblo chico, silencioso, tranquilo. Mucha gente viene a comer un asado, comida casera, elaborada con productos de huerta. Después hay espacio de sobra para aprovechar el sol, dar un paseo a caballo o en carruaje, y disfrutar de espectáculos folklóricos o destrezas criollas.
Zona agrícola ganadera, en Carlos Keen se nota que el campo argentino pasa un buen momento. "Comenzamos con el restaurante en 1998. Fuimos de los primeros", se entusiasma Marisa Semino, una joven y bella mujer nacida en Carlos Keen, hoy al frente de Angelus, un restaurante que en otros tiempos fue la carnicería del lugar.
El primer café
"La movida comenzó especialmente por Emprendimientos Chacras del Oeste, a 300 hectáreas de acá, muy cerca, que se subdividieron para hacer 300 chacras. Desde que aparecieron los avisos en los diarios llegó gente de todos lados -recuerda Semino-. Ese público venía a ver el campo y, como no podía ni tomar un café porque no había nada, decidimos abrir el primer restaurante. Siempre se llenaba porque era el único lugar. Después se agregaron otros y, por suerte, ahora ya es como una moda."
Como tantos otros pueblos, Carlos Keen nació alrededor de la estación del ferrocarril. Fue bautizado así en honor de quien tuvo destacada actuación pública como abogado, militar y periodista. "Curiosamente, Carlos Keen nunca vivió, ni conoció, ni supo nada del pueblo que hoy lleva su nombre, pero como era amigo del entonces gobernador de Buenos Aires Dardo Rocha y allegado al presidente Julio Argentino Roca, decidieron nombrar así al pueblo", explica Natalia Giannice, guía de turismo de la Municipalidad de Luján.
Alrededor de la plaza
Como también ocurre en tantos otros lugares, hace años que el ferrocarril ya no pasa por acá. La antigua estación, un edificio en plena restauración, permanece cerrada desde 1977. Sin embargo, los domingos funciona allí una feria de artesanos, que está en vías de convertirse en centro cultural.
Alrededor de la plaza también aguarda una fábrica de dulce de leche, que sirve de sustento para muchos de sus habitantes; la escuela; el viejo almacén de ramos generales -donde hoy funciona otro restaurante-; la casa de té El Jardín de Noidé -con un pequeño jardín botánico-; el Club Social, y por supuesto, la parroquia de San Carlos Borromeo, patrono del pueblo. Justamente, como cualquier 4 de noviembre, el próximo viernes se recordará al santo y, como todos los años, el pueblo se vestirá de fiesta.
La ceremonia habitual consiste en sacar el santo a la calle en una carreta tirada por caballos, mientras los fieles lo acompañan rezando y pidiendo. Ese día los chicos toman la primera comunión. Para el domingo próximo, se organiza un almuerzo multitudinario para entre ochocientas y mil personas en el enorme galpón de la Sociedad de Fomento de Carlos Keen.
"Es una fecha muy importante para nosotros, porque viene gente de todos lados que alguna vez vivió en el pueblo. Es un gran reencuentro y nunca faltan los fuegos artificiales. Aunque para mí, lo más lindo es la ceremonia religiosa", asegura Semino.
Pasar un día de campo; disfrutar de la naturaleza, el silencio, el sol; dar un paseo a caballo; almorzar comida casera en alguno de los siete restaurantes que rodean la plaza principal, y por qué no, dormir una siesta bajo la copa de un árbol... El atractivo de Carlos Keen se encuentra justamente en esas pequeñas cosas que en la ciudad no abundan.
San Carlos Borromeo
Para la Fiesta Patronal de San Carlos Borromeo, que organiza la Sociedad de Fomento de Carlos Keen, el 4 de noviembre, a las 6, habrá salva de bombas. A las 18, se celebrará la misa de primera comunión y confirmación.
El domingo, a las 10.30, recepción de autoridades y, después, misa. Al mediodía, procesión con la imagen de San Carlos Borromeo por las calles y, más tarde, almuerzo de camaradería: empanadas, lechón y pollos.
Datos útiles
Cómo llegar
En auto, por Autopista del Oeste (ruta 7), siete kilómetros después del acceso a la ciudad de Luján, doblar a la derecha y seguir 11 kilómetros hasta el pueblo. En ómnibus, la línea 57 tiene un servicio regular desde Plaza Italia.
Dónde comer
Existen siete restaurantes alrededor de la plaza principal. En Angelus, un menú con entrada, pastas, parrilla y postre (hay panqueques, flan y ensalada de frutas) cuesta 25 pesos. Reservas por el (02323) 495077/495002.
En el restaurante Bien de Campo, una parrillada para dos, con vino, entre 22 y 25 pesos por persona. (02323) 432447.
Más información
Municipalidad de Luján, Dirección de Turismo, (02323) 420453.
Alejandro Rapetti
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