
Costó conciliar el sueño anoche. Cuando finalmente estaba profundamente dormida, ¡escucho que tocan el timbre!
Sobresalto, susto, ¡todo! Me quedé inmóvil y con los ojos bien abiertos como en las películas, como si eso evitara una tragedia.
No pude distinguir si fue abajo o arriba, no sabía si era alguien que pasaba por la calle e hizo ring raje de madrugada (pésima idea) o si alguien estaba en el pasillo.
Preferí pensar que alguno se equivocó de piso y seguí durmiendo, pero soñé feo.
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
