Buen día, ¿cómo estás? Hoy amaneció nublado y frío, así que pensé en un tema que pudiera conectarnos con nuestro costado más amable y calentito. Estos últimos meses me estoy encontrando con mis propias habilidades, descubriendo algunas que ni sabía que tenía y otras que cada vez más se agilizan y se vuelven eficientes.
Como sabrán, mi día está repleto de responsabilidades, no sólo las de la revista que nos desafía mes a mes a no repetirnos y divertirnos haciéndola, sino también mi rol como instructora, que me invita a cuidar a la gente que me rodea y dar siempre que puedo una palabra de aliento. Pero no sólo eso, también soy amiga, hija, hermana, compañera. Roles a los que me gustaría dedicarles un poco más de tiempo y sin embargo me veo presa de la rutina, viendo cómo cuaja todo en mi agenda. Somos tantas cosas, ¿no? Y al mismo tiempo somos una misma persona queriendo ser feliz.
En días de mucha actividad me sirve ser compasiva con aquello que aún no puedo lograr y encontrar cuál es la prioridad de esa semana, ir día a día. Como así también me ayuda hacerme mi listita de habilidades, que me dan confianza para afrontar los tiempos agitados (la lista negra ya la sabemos de memoria, ¿no?). Reconocer nuestras capacidades nos hace fuertes, y nos hace tomar conciencia de que esos dones son un regalo en nuestra vida.
Les comparto la mía con cinco cualidades positivas, ojalá se animen y me compartan las suyas.
Lista de habilidades:
. Generosidad.
. Estar atenta a los detalles.
. Cuidar a la gente.
. Eficiente trabajando.
. Ser buena anfitriona.
Abrazo y lindo martes gris.