Newsletter
Newsletter

Recife y su constante carnaval

El frevo, forró y maracatú son bailes que mueven hasta las arenas




RECIFE.- ¡ Ei pessoal, ei moçada, o carnaval comença no Galo da Madrugada ! Con este grito, casi de guerra, Hélder anunció que el Carnaval de Recife comienza con el desfile de una de las mayores comparsas de Brasil. No es que fuera a suceder en ese momento, pero él, que lleva orgulloso el nombre de uno de los obispos latinoamericanos más importantes (el recientemente fallecido Hélder Camara), es un joven moreno que desde pequeño se maneja por las calles de Recife y Olinda, descubriendo personajes y anécdotas.
Cuenta que surgió hace poco y creció como pulpo. O Galo da Madrugada se inició en 1977 con un pequeño club de máscaras, y hoy reúne a aproximadamente un millón y medio de personas animados por 30 grupos llamados tríos eléctricos.
Aunque el Carnaval de Recife está eclipsado por el de Olinda, ofrece blocos o grupos de Carnaval de todas las formas y tamaños. El más famoso es, claro, Galo da Madrugada; los más habituales son los que bailan y cantan el frenético frevo, y los más vistosos, los caboclinhos que van disfrazados de indios, vestidos con plumas, collares de dientes de animales, además de arcos y flechas con que marcan el ritmo. No hay que dejar de ver a los maracatú, un grupo exclusivo de Pernambuco que evoca a los miembros de tribus africanas, se visten con trajes muy brillantes y su música mezcla la percusión africana con ritmos locales. En enero comienzan los ensayos, las pruebas para los desfiles y las fiestas que salen de salones y bares a las veredas para terminar invadiendo las calles. Al calor del frevo, la playa de Boa Viagem arranca con un carnaval al son de los tríos eléctricos. Al Galo da Madrugada le sigue la Noite dos Tambores Silenciosos que reúne a grupos de maracatus. El Carnaval de Pernambuco comienza una semana antes que en el resto de Brasil.

La bohemia de Recife Antiguo

Cortada por el río Capibaribe y bañada por el Beberibe, la ciudad tiene fuertes recuerdos de los tiempos de batallas colonizadoras, avances militares y dominaciones extranjeras, así como de las prósperas épocas de la cultura del azúcar ensombrecida por la degradación de la esclavitud.
La historia está en sus calles y se refleja en la arquitectura. La expresión colonial por excelencia está en las remozadas fachadas de Rua do Bom Jesus, donde se agolpaba la vieja Judería. Este caserío del siglo XVII fue restaurado hace cinco años y, hoy, la mayoría son bares, cafés y restaurantes. La bohemia se adueño de Recife antiguo y ya no hay quien no se tiente a sentarse a tomar una caipirinha, probar mariscos o escuchar algunos de los tantos ritmos que dan vida a la música popular brasileña.
En algunos bares se venden obras de Amaro Francisco y Jota Borges, maestros del grabado en madera que hacen reproducciones en tela y papel.
La literatura do cordel es una expresión cultural creciente. Se trata de bloques de madera que penden de un hilo y que tienen impresos baladas y poemas ilustrados con una imagen. Cuentan historias de demonios, santos y bandidos del Nordeste; hay algunas basadas en acontecimientos políticos y otras se refieren a temas de actualidad como la transmisión del SIDA y la necesidad de usar preservativos.
Recife Antiguo está a pasos del hito cero de Pernambuco conocido como Marco Zero e instalado en 1938, el cual continúa con sus bancos de madera y luminarias barrocas. Desde allí se observa la Bolsa de Valores y la Asociación Comercial de Pernambuco, que -entre otros- están sobre calles que mantienen su trazado original de 1635.
La vida nocturna transcurre en distintos puntos de la ciudad: Torre, al oeste del centro; Pina, en la zona sur y barrio vecino de Boa Viagem, y Bom Jesus y su paralela Rua do Apolo, en Recife Antiguo. Las alternativas se mueven entre probar típicos platos pernambucanos, insistir con la cachaça o asistir a shows en vivo de música popular brasileña, que abarca el jazz y va de la bossa nova al forró e incluye frecuentes presentaciones de maracatú.
La ciudad se extiende en tierra firme, pero su núcleo está formado por tres islas: Recife, Santo Antônio y Boa Vista comunicadas por tierra firme y entre sí por 39 puentes.
La isla de Recife está junto a los muelles. A su lado, partida en dos por la avenida Dantas Barreto, se encuentra la isla de Santo Antônio, zona comercial en la que se conserva una veintena de iglesias coloniales. Al otro lado del río está la isla Boa Vista, unida a Santo Antônio por diversos puentes, entre los que se destaca el Ponte de Boa Vista con sus vigas entrecruzadas.

El olor del dinero

Esta ciudad levantada sobre islas tiene muchas playas, pero la mayoría fueron absorbidas por la industria. La única que se puede disfrutar como tal es Boa Viagem, que en el siglo XVII se llamaba Ilha Cheiro Dinheio o isla con olor a dinero, como si quien la bautizó hubiese previsto que se iba a convertir en una de las zonas más caras.
Boa Viagem tiene tres o cuatro manzanas de ancho y su avenida principal es la costera que lleva el mismo nombre. Sobre ella se asientan los principales hoteles de Recife. La playa es más larga ya que se tienen en cuenta muchos sectores rocosos, donde al bajar la marea se forman piletas de agua templada.
En toda su extensión, caminan infinidad de vendedores ambulantes que insistentemente ofrecen leche de coco, sandías, gambas, ostras, helados, sombreros de paja y bronceadores.
Por Delia Alicia Piña
De la Redacción de La Nación

El arte de Pernambuco

  • Casa de la Cultura: rua Floriano Peixoto s/n, Santo Antônio, de lunes a viernes, de 9 a 18.30, y sábados hasta las 18. Además de ser un centro de información y de referencia de la ciudad, la Casa de la Cultura es uno de los mejores lugares para ver y obtener artesanía de Recife.
Está instalada en un edificio de mediados del siglo XIX que funcionaba como cárcel. En 1975, fue transformado en centro cultural regional y las antiguas celdas, con sólidas rejas de hierros, se transformaron en tiendas. La celda número 106 fue preservada para dar una idea de cómo vivían los detenidos.
En otra, la 303, está la Fundación para el Desarrollo de la Cultura Negra, y en la 302, funciona el Museo del Frevo, perteneciente al Centro de Música Carnavalesca de Pernambuco.
El frevo es el símbolo musical del Estado de Pernambuco y en esta institución se ofrecen aproximadamente 2500 títulos entre documentos, fotografías, videos, viejos discos, cassettes y partituras musicales, entre otros elementos que constituyen una exposición permanente de la cultura popular. Abre lunes, miércoles y viernes, de 10 a 13, y martes y jueves, de 14 a 17. Cuenta con una tienda que vende cassettes, CD y, como souvenir, las coloridas sombrinhas de frevo.
  • Mercado de Antigüedades: funciona el último domingo de cada mes de verano en la Rua Bom Jesus, en el barrio de Recife Antiguo. El movimiento comienza a la mañana muy temprano cuando, con visible orgullo, cada uno de los expositores levanta como trofeo piezas que muestran con qué y cómo vivían sus antepasados.
Esta feria funciona de 15 a 18 y reúne más de medio centenar de barracas donde se encuentran objetos de arte, cuadros, porcelanas, marcos antiguos, cristales, muchas imágenes religiosas, utensilios y diversos enceres pertenecientes a antiguas familias pernambucanas.
  • Mercado Sao José: está cerca de la Casa de la Cultura y permanece abierto de lunes a sábados, de 6 a 18, y domingos hasta las 12. Ofrece tanto artesanía regional como un mercado de alimentos, pescados y carnes. Cuenta con más de 560 puestos, 35 de los cuales son de comida. La mayoría ofrece artesanías hechas con paja, como cestas, bandejas, sombreros y bolsas. Abundan los manteles de encaje, hamacas, sandalias de cuero y pipas.

Datos útiles

Cómo llegar
Hay vuelos directos a Recife, vía San Pablo. El precio del pasaje es de 753 dólares, por Transbrasil.
Dónde alojarse
Recife cuenta con 10.524 camas para los turistas.
Desde el punto de vista de alojamiento, la zona más barata es el centro y la más cara Boa Viagem.
En Boa Viagem parece haber más hoteles que edificios. En los extremos de la avenida Boa Viagem están los establecimientos más baratos, donde se hallan habitaciones desde 20 dólares.
Una de las tantas alternativas son los Pontes Hotéis, situados sobre la rua Barao de Souza Leao y avenida Boa Viagem. El precio de una habitación doble es de 81 dólares.
Comidas
Una de las manías de los lugareños son los picantes que pueden probarse en los caldinhos de feijao y peixe (caldos de porotos y pescados), acompañados por una cerveza o cachaça. Los vendedores ambulantes los ofrecen a la orilla del mar y también se sirven en bares; este plato es recomendado para curar resacas.
Las ostras son consideradas afrodisíacas y son fáciles de encontrar en el litoral pernambucano. Se venden por docenas en las playas.
Las moquecas de pescado y camarón son una especie de guiso. Otro de los platos típicos son las patolas de guaiamum, patas de cangrejo de los manglares.
La carne secada al sol es otra de las especialidades locales, que se sirve en pedazo o deshilachada y acompañada de arroz, arvejas, batatas farofa y mandioca.
Los postres a base de coco, mamón y guayaba son el broche de dulzura en la mesa de Recife.
Excursiones
Paseos nocturnos por el río Beberibe hasta su desembocadura en el océano. Bar y música en vivo. Embarque todos los días, a las 20 y 22, en Praça do Marco Zero, Recife Antiguo, valor 8 dólares (Catamara Tours, (0055) 81-4362220/3414382).
Más información
En la Casa de la Cultura se puede conseguir buenos datos y está abierta de lunes a sábados, de 9 a 20, y domingos, de 15 a 20.
También está la Oficina de Turismo municipal en Loja 10, Pátio de Sao Pedro.

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

¿Cuáles son los mejores lugares para probar este clásico postre italiano?

¿Cuáles son los mejores lugares para probar este clásico postre italiano?


por Redacción OHLALÁ!


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP