

Hace unos meses estuve en Ucrania. La capital, Kiev (o Kyiv, como lo escriben los ucranianos), luce más europea de lo que uno se imagina antes de llegar. Palacios y parques debieron darle un aire europeo ya a fines de 1800 y comienzos de 1900. Muchos de esos edificios están siendo restaurados y probablemente recuperarán su antiguo esplendor. Por otra parte, la vida cotidiana ya adoptó numerosas estampas occidentales, desde McDonald´s hasta relucientes autos modernos.
Sin embargo, basta alejarse unos kilómetros para ver una realidad que aún muestra claramente la marca de los tiempos soviéticos. En Zhitomir, por ejemplo, el tiempo parece transcurrir más lentamente a pesar de estar sólo a 130 km de Kiev y ser una ciudad de 300 mil habitantes.
Aquí, el asfalto de las calles tiene viruela o directamente no existe. Los edificios son grises y polvorientos, las calesitas del parque de diversiones están oxidadas y opacas, y los autos tienen muchos kilómetros recorridos.
Tal vez por esto justamente en Zhitomir encontré el mayor tesoro de mi viaje: en la terminal de ómnibus, una típica babushka, con su pañuelo de colores en la cabeza y una gran bolsa de plástico como único equipaje, esperaba alguno de los ómnibus antiguos y de carrocería descolorida que desfilan por ahí. Con la misma paciencia y un equipaje parecido, un hombre esperaba sentado en el mismo banco. Esta y otras babushki, todas con la mirada igualmente serena, cansada y algo melancólica, salvo cuando sus ojos se iluminan con una sonrisa generosa, reflejan sin duda la esencia de Ucrania mucho mejor que cualquier otra imagen. Si se puede conversar con ellas, tienen recuerdos muy valiosos para contar y regalar, que incluyen la reconstrucción después de la Primera Guerra Mundial, el régimen de Stalin, la hambruna de 1933 y la difícil transición hacia la independencia.
¿Un viaje memorable? ¿Aventuras para compartir? Esperamos su foto (en jpg, con 300 dpi) y relato (máximo 2000 caracteres con espacios).
Envíe sus relatos, fotos, consultas, sugerencias y compañeros de ruta a la Redacción de Turismo del diario LA NACION, por carta a Bouchard 557, 5º piso (1106), Capital Federal, o vía e-mail a: turismo@lanacion.com.ar
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
