
Estuvo bien el regalo de ayer: era para mí. Pero también es verdad que pisaba la frontera: me vino genial -y hasta incluso ya había dicho que lo quería- porque tengo una panza como una pelota de fútbol; o sea, porque soy mamá. Ergo, era 1 regalo alegórico.
Los regalos alegóricos suelen ser aprovechados por el resto de los involucrados en el "ser mamá": en general, hijos y esposo.
Yo no quiero recibir licuadoras, tostadoras ni jugueras para el día de la madre. Y no es que no las aprovecharía; es que esos son regalos que benefician a toda la comunidad. Y yo quiero regalos sólo para mí, no para la comunidad.
Esto lo digo ahora, después de haber regalado -durante años- regalos totalmente comunitarios a mi madre. (mami, aprovecho el espacio para unas disculpas públicas: perdón por la TV, la multiprocesadora y el microondas; -pero qué bien nos vino durante tantos años, eh!!-)
Finalmente: tampoco quiero cosas para el bebé, que para algo hemos inventado el día del niño. (será escaso mi instinto maternal, pero creo que los festejos y los agraciados no deben confundirse).
Yo quiero regalos por el día de la madre como son los regalos por los cumpleaños o los aniversarios.
Está mal?
(lo + insólito de todo es que ya anoche no pude usar de MI almohada-gusano: el hombre de esta casa, firulete mediante, la usó de respaldo para ver la tele y ahí mismo se puso a roncar)
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