Ayer se concretó el encuentro de egresados Cosal 2003.
Todos locutores. Por mail, muchos habíamos confirmado. En el bar, éramos nueve. Hablando del bar, el primer comentario de la tarde fue unánime: "¿En qué momento cambiamos el lugar cool por uno con pelotero?" La vida…
Tomamos una rica merienda mientras los niños pasaban de brazo en brazo. Segundo comentario unánime: "¿No está un poco fuerte la música? ¡No se puede conversar!" Terrible viejazo. Odio tener que gritar para hacerme escuchar por alguien que está sentado al lado. No da.
Sigo con mis pastillas para la garganta, obvio. Frío calor, frío calor. Sí, ahora sí, hablar del clima también denota viejazo.