Río pone los disfraces y la batucada

Es que el carnaval de Río se vive más allá del Sambódromo. Pero esta avenida de más de 600 metros de longitud, bordeada de gradas y palcos vibra con la asistencia de 58.824 espectadores que celebran esta fiesta de la creatividad con el mismo espíritu con que fue construido el escenario mayor: el célebre arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, constructor de Brasilia, lo levantó en la década del ochenta.

Obviamente, a la fecha, las 65.000 butacas para ver los desfiles en la pasarela del samba están casi agotadas, aunque las agencias de viaje aún disponen de varios miles. El fin de semana último comenzó la venta de entradas para presenciar los desfiles desde los sectores populares y, de los 38.841 espacios, hasta hace pocos días quedaban 16.100 plazas a un valor de entre tres y nueve dólares. Además, el número de lugares reservados para turistas se duplicó respecto del año último y cada uno cuesta aproximadamente 100 dólares. Más de una docena de chárters, sólo desde la Argentina, y nueve transatlánticos con 11.000 festivos pasajeros forman parte del mayor movimiento turístico de la ciudad. Para estos y muchos otros se movilizaron 32.270 policías y guardias municipales, un 70% más de efectivos que en 1999, que pusieron en marcha el operativo Asfixia, mediante el cual las fuerzas de seguridad vigilan los accesos a las favelas para intentar inhibir el tráfico de drogas.

Se estima que los turistas que asisten al carnaval aportarán aproximadamente 195 millones de dólares sólo en concepto de gasto por alojamiento en hoteles y consumo en bares, restaurantes y comercios en general. Como contrapartida, el municipio invirtió 10 millones de dólares que fueron destinados a las escuelas de samba.

Por la famosa pasarela hoy desfilarán siete escolas e igual número mañana, las que durante una hora y 20 minutos exhibirán la belleza y creatividad de los artesanos locales, un sueño hecho realidad que se construye durante todo el año. En total, desfilarán 258.000 personas en 24 escolas .

El tema central tanto de los desfiles de las escuelas de samba como de las decoraciones de la ciudad son los 500 años del descubrimiento de Brasil, aniversario que se cumple el próximo 21 de abril. Según esta temática, la escola Tradición recreó la historia de los negros africanos traídos a Brasil y en homenaje a esta raza invitó a Nelson Mandela. Tradición desfila hoy y también se verá a un centenar de angoleños radicados en Río.

Mangueira es otra de las escolas más tradicionales del carnaval carioca y, a diferencia de la anterior, no elegirá a famosos o espectaculares modelos, sino a mujeres de los morros, "aquellas que saben bailar samba como ninguna, pasos con los que contribuyen a que la cultura popular de Río sea realmente incomparable", coincidieron Tania Bisteka, la reina de la batería de Mangueira, y Claudia dos Santos, su par de la escola Salgueiro.

Las calles de Río también son escenario del carnaval, encuentros animados por bailes populares que congregan a grupos de folklore y de música popular brasileña. Durante los cuatro días de carnaval (de ayer al próximo martes, de 15 a 3 del día siguiente; el próximo fin de semana es el desfile de las escolas campeonas), frente a los Arcos de la Carioca, artistas consagrados y nuevos talentos participan del carnaval callejero.

En Cinelandia (centro), son cinco días de fiesta al aire libre, protagonizada por bandas que acompañan a tradicionales intérpretes de música carnavalesca. En total, hay 240 bailes. En uno de ellos, la pasarela Profesor Darcy Ribeiro, ayer también comenzó el desfile de las escolas infantiles.

Muchos opinan que durante estos días la mayor diversión carioca son las bandas. Están formadas por los llamados carnavalescos o agrupaciones que representan a varias comunidades de la ciudad, grupos de amigos de playa y vecinos que se reúnen los fines de semana en los bares.

La Banda de Ipanema se puede ver pasado mañana; La Sá Ferreira está hoy en el cruce de la calle homónima y la avenida Atlántica, en Copacabana, y la Banda de la Bolívar desfilará también hoy desde la esquina de la calle de la que tomó su nombre y la Atlántica. La de la Boca Maldita hará lo suyo mañana en la intersección de las avenidas Copacabana y Prado Junior. El Bloque Suvaco do Cristo también actuará hoy frente al bar Jóia, en Jardim Botánico.

Los Carnavalescos son concursos que también se realizan hoy en la plaza Lido y el martes en Cinelandia. Son la expresión más espontánea del carnaval, y su irreverencia y creatividad son sus características y las condiciones para participar.

Durante años el hotel Copacabana Palace fue sinónimo del sábado de carnaval. Desde la década del treinta, los salones y el Golden Room del hotel se reservaron para las fiestas momescas del primer día de carnaval y la noche del sábado, conocida por el famoso Baile del Copa.

Durante los últimos años, este acontecimiento fue relanzado y se aprovecha el movimiento de turistas que naturalmente sucede en el hotel, ya que aloja a famosos y carnavalescos provenientes de diversos puntos de Brasil y del extranjero.

El traje de etiqueta o un disfraz de lujo son la entrada al baile, que revive la magia que durante años deslumbró a todo el mundo y lo hizo famoso.

Otros bailes se realizan en el Scala Rio, en el Metropolitan y en el Morro de la Urca, así como en el hotel Gloria.

Delia Alicia Piña