Roberto Carnaghi. "Prefiero andar liviano de equipaje"

-Sí, fue a La Falda, Córdoba, cuando tenía unos 18 años. Me fui con un amigo de vacaciones y la pasamos muy bien. Encontramos unas chicas chaqueñas de viaje de egresados y yo me puse de novio con una y él con otra. Más tarde, mi amigo se casó con esa misma chica y se fue a vivir al Chaco.

-Una de tres meses por España, en 1988, con El burlador de Sevilla, gracias a un convenio entre la Dirección de Cultura de Madrid y el Teatro San Martín. Fue una gira maravillosa en la que también visité Marruecos.

-Tres requisitos para un buen compañero de viaje.

-Que sea un buen tipo, que sepa compartir y que aguante al otro.

-¿Colecciona algún objeto de sus viajes?

-No, no, no. En general compro alguna cosa para mi familia. Y algo para comer, algún jamoncito, alguna cosita. También me gusta comprar postales, las prefiero a las fotos.

-¿A la hora de partir es de planificar mucho o improvisa?

-Las dos cosas. He planificado mucho y he realizado viajes relámpago a Europa que organicé en apenas diez días. Y trato de llevar lo menos posible, no me gusta andar cargado. Prefiero andar liviano de equipaje, como dice Serrat en la canción. En general, lo que más hay que planificar cuando uno sale de viaje es lo que queda, quién cuida la casa y esas cosas.

-Chacabuco, en la provincia de Buenos Aires. Mi mujer me llevó a conocerlo porque tiene parientes ahí. Me gustaría volver por todo lo que pasé en esos lugares. Otro sitio al que me gustaría volver, pero ya no es lo mismo que cuando lo descubrí, es Mar de las Pampas. Lo conocí cuando no había nadie, solamente dos o tres casitas de gente que vivía allí y un restaurante con un solo menú. Extraño ese lugar porque, dada mi profesión, si quiero salir, por ejemplo, en Semana Santa, me vuelven loco, no puedo. Voy al supermercado y me sacan una foto, otra foto. Está bien, macanudo, es el precio que hay que pagar por la fama, pero siempre preferí los lugares solitarios.

-El museo más importante que conocí es el Hermitage, en Leningrado (hoy San Petersburgo), Rusia. Es impresionante, con un edificio maravilloso. Creo que tiene algo así como tres millones de piezas. Es imposible ver todo porque tardarías años para terminar. El Prado es otro museo genial.

-Nunca. Lo tengo en la cabeza. Soy un tipo charlatán y contador, no anoto nada, guardo alguna cosa de los museos y no mucho más.

-¿Lugar soñado que le gustaría conocer alguna vez?

-De chico siempre fantaseaba con ir a Egipto, por el desierto, las pirámides y todas esas historias. Hoy me encantaría hacer un recorrido por los viñedos de Francia. No por el vino, sino para ver esos paisajes que me atraen tanto.ß

Minibio

Roberto Carnaghi es actor. Por estos días protagoniza Chau papá, de Adellach, con Graciela Stefani y Fabián Arenillas junto a Pablo De Nito, Julio Marticorena, Verónica Piaggio y Julián Vilar, de gira por el país.