Ok, lo hice; así como una de esas niñitas de jardín de infantes que se esconden debajo de las mesas entre los crayones y el papel glacé y agarran una tijerita para recortar papelitos y ya que estamos otras cosotas…bueno. ¡ME ATAQUE EL FLEQUILLO ANOCHE EN EL BAÑO! Desastres, eso hice, desastres.
-La cagué mal.
-¿Qué hiciste? No me digas que el flequillo. ¿A dónde fuiste?
-No, no. Solita. Me lo corté yo.
-¿Pero cuántos años tenés nena? ¿Sos tarada? Parecés de salita verde…Ahora, te digo una cosa, después no me vengas con que querés una relación adulta y madura, eh. Estas cosas son de chiquilina...
Lo que nunca deja de sorprenderme es esta capacidad de tus amigas para sacar conclusiones de tu personalidad.
14hs turno en la peluquería para arreglar el desastre.
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