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San Antonio, histórica, pintoresca y orgullosa

La ciudad en la que Manu Ginóbili es ídolo indiscutido conserva gran parte de su pasado colonial, con el recuerdo de El Alamo como símbolo




SAN ANTONIO.- Personal, cálida, original, distinta. Así definen los sanantoninos a su ciudad. No por nada, suelen decir con mucho orgullo, que San Antonio es junto con Nueva Orleáns, San Francisco y Boston una de las únicas cuatro metrópolis que no se pueden comparar con ninguna otra de Estados Unidos.
La aseveración no parece equivocada, y seguramente deba parte de esa gran personalidad a su impronta histórica, a la mezcla de culturas y tradiciones, entre las que las raíces latinas destacan sobre la impronta sureña -más de las dos terceras partes de la población es de origen mexicano-, y a ese aire provinciano que se advierte en sus habitantes. Porque aquí, donde nuestro ManuGinóbili es ídolo absoluto y donde los Spurs son la principal atracción deportiva, las huellas del pasado hispánico siguen presentes invadiendo casi todos los aspectos de la vida cotidiana, conviviendo en perfecta armonía con la modernidad típica de una ciudad rica y pujante.
Al buscar esos rastros del ayer aparece, indiscutido, el emblema imperecedero de la historia texana: El Alamo. Originalmente concebido como la misión de San Antonio de Valero, de ahí el nombre de la ciudad, fue rebautizada por los soldados hispano-mexicanos originarios de la región de Alamo de Parras, en Coahuila, México, que a fines del siglo XVIII fueron enviados aquí como destacamento de apoyo durante la guerra de la independencia mexicana y que le dieron ese nombre por su similitud con la iglesia de su pueblo natal.
La historia quiso que décadas después el convento se convirtiera en fortaleza, y que esas paredes que habían albergado a indígenas y sacerdotes fueran mudos testigos de la más famosa batalla entre la milicia secesionista texana, con David Crockett a la cabeza, y el ejército mexicano comandado por el general Antonio Santa Ana, y que terminó, el 6 de marzo de 1836, con la muerte de los 190 rebeldes que resistieron el asedio durante 13 días.
Pese a su emplazamiento en el corazón de la ciudad, a cinco minutos a pie del centro, en los amplios jardines que rodean el predio impera un silencio casi solemne. Ahí todavía se conserva la iglesia original, el santuario, las acequias, un aljibe y parte de las barracas principales. En el interior de los edificios funciona un muy cuidado museo, en el que es posible conocer de manera interactiva la historia de la región y de El Alamo, y observar una buena colección de objetos relacionados con su historia.

Más rastros

También se puede sondear parte de ese pasado en las afueras de la ciudad, en el Parque Histórico Nacional Misiones de San Antonio. Ahí se conservan, en perfecto estado, las que fueron las cuatro principales misiones de la región: Concepción, San Juan de Capistrano, San Francisco de la Espada y San José. Estas fueron fundadas en los primeros años del 1700 por las órdenes salesianas, franciscanas y jesuitas, y al recorrerlas es posible interiorizarse sobre las particularidades de estos establecimientos, muy similares en concepción, funcionamiento y administración a las que se establecieron en nuestro país. Caracterizadas por la sobriedad y la sencillez, en las construcciones se recrea la vida cotidiana, y la relación entre los indígenas y los sacerdotes.
Volviendo al centro de San Antonio, el Palacio del Gobernador Español es una construcción típicamente hispano-colonial del siglo XVIII, que fue calificada por la National Geographic Society como el edificio más hermoso de todo San Antonio. Como si hubiese sido construida ayer, sorprende desde la entrada con una puerta tallada que es una verdadera obra de arte en sí misma y tiene unos enormes jardines con un aljibe típicamente criollo.
Hacia el Sur, está La Villita, que fue el primer barrio de la ciudad en el que se asentaron los pobladores que llegaban de todas las regiones del estado. Hoy es el sitio elegido por los jóvenes y los artistas, y en sus tranquilas calles se respira cierto aire de bohemia. Por eso sus pintorescas construcciones fueron convertidas en galerías de arte, tiendas de ropa de autor, estudios de diseño y negocios de artesanías, junto con restaurantes y bares.
Bien cerca, la Plaza del Mercado tiene una feria artesanal imperdible y es "el" lugar para disfrutar de la gastronomía tex mex al estilo local.
Casi en las afueras de la ciudad, en el barrio King William es posible encontrar las raíces de la fuerte inmigración alemana, que llegó a la región a mediados del siglo XIX. Este barrio, que supo ser el más elegante de la ciudad, conserva gran parte de las mansiones construidas por los ricos comerciantes germanos y hoy es una de las zonas residenciales más exclusivas de la ciudad. Perderse en sus calles es un verdadero placer, ya que permite descubrir rincones de gran belleza; por ejemplo, los viejos puentes que cruzan el río en varios tramos.
En King William y a la vera del río está la Guenther House, una construcción de 1860, típicamente alemana, construida al lado del que fue el primer molino de harina del estado, el Pioneer Flour Mills, y que fue completamente restaurada y convertida en pequeño museo, casa de té y restaurante.

El mejor presente

Pero como no todo es historia, San Antonio también muestra orgullosa su presente en ese otro emblema de la ciudad que es el River Walk. Trazado a lo largo del río San Antonio, el paseo comenzó a idearse poco antes de la Feria Mundial, que se hizo aquí en 1968, para celebrar los 250 años de la fundación de la ciudad, como una forma de cambiarle la cara a esa zona céntrica que estaba bastante deteriorada, funcionaba como patio trasero de las edificaciones. Para eso se convocó a quienes tenían propiedades a la vera del río para que trabajaran junto con el gobierno local en la restauración de las fachadas, la limpieza de los fondos y la recuperación de las zonas más deterioradas.
El plan dio como resultado un atractivo paseo, que en la actualidad suma más de cinco kilómetros en los que se intercalan zonas gastronómicas y paseos de compras con otras de descanso y recreación, mientras las embarcaciones turísticas recorren el río de ida y vuelta decenas de veces por día. Y se estima que el recorrido se irá ampliando hacia las nuevas zonas residenciales que se suman a la ciudad para conformar un cordón de casi 17 kilómetros en los próximos años.
También de esos días es la Torre de las Américas. Con 228 metros de altura, fue emblema de la Feria Mundial del 68 y con el tiempo se transformó en una postal obligada de San Antonio. Desde arriba se tiene la mejor vista de la ciudad y sus alrededores, y ahí mismo funcionan un restaurante giratorio y un teatro 4 D, en el que se presenta la sensorial The Skies Over Texas , un recorrido en cuatro dimensiones por el estado.
Por supuesto, San Antonio no sería la misma sin los Spurs y los Spurs no serían lo mismo sin Ginóbili. Eso se intuye en las calles al cruzarse cada tanto con algún fanático que pasa luciendo la camiseta blanca y negra con el número 20 en la espalda, pero se torna certeza ni bien uno se acerca al AT& T Center, en el margen noreste de la ciudad, un día de partido: ahí sí, las camisetas que se alternan son las de Manu y las del moreno Tim Duncan en un duelo mano a mano que no parece tener ganador, mientras cada tanto se cuela alguna del petiso Parker, confirmando que el argentino es aquí un ídolo. Y la certeza se torna emoción cuando, dentro del estadio, se puede sentir cómo las casi 20.000 personas que desbordan la capacidad en uno de los juegos por los Play Off corean al unísono el nombre del bahiense. Es entonces cuando uno no puede dejar de sentirse, al menos por un rato, un poco sanantonino.
Por Diego Cúneo
Enviado especial
Fotos: San Antonio Convention & Visitors Bureau

Datos útiles

Cómo llegar

  • Continental tiene vuelos diarios directos a Houston, con combinación a San Antonio. El valor del ticket de ida y vuelta, en clase turista, sin impuestos, es de US$ 1272. El tramo Buenos Aires-Houston-Buenos Aires arranca en US$ 783.

Dónde dormir

En San Antonio

  • El Hyatt Regency Hill Country Resort & Spa ofrece habitaciones dobles desde US$ 279 por noche.

En Fredericksburg

  • Hay una amplia oferta de alojamientos en esta ciudad, con tarifas que arrancan en US$ 85 por habitación doble la noche.
La Web www.fbglodging.com reúne gran variedad de alojamientos

Qué hacer

  • La visita a El Alamo demanda unas dos horas y se puede acceder caminando desde el centro de San Antonio. La entrada es gratuita.
  • Las misiones de San José, San Juan Capistrano, Concepción y San Francisco se encuentran más alejadas y es conveniente tomar un tour para recorrerlas. No cobran entrada.
  • La entrada al Museo Nacional de la Guerra del Pacífico tiene un costo de US$ 7 por persona y se puede recorrer en unas dos horas.

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