

ROMA.- Si está en Roma harto de ver turistas y tiene ganas de una movida nocturna distinta, la opción es ir al barrio de San Lorenzo. Un barrio del sur de la capital con mucha historia, nacido a fines de 1800, cuando miles de inmigrantes llegaban de toda la península en busca de trabajo, y que toma su nombre de la basílica de San Lorenzo Extramuros.
Se trata de un barrio proletario, bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial, que queda muy cerca de la estación Termini, pero fuera de los viejos muros que rodeaban Roma. Como allí está la famosa Universidad La Sapienza -fundada en 1303 por el papa Bonifacio VIII- y la mayoría de sus 21 facultades es un barrio muy joven, que alberga a la mayor población universitaria de Europa, con 147.000 estudiantes.
Si de día se ven jóvenes que corren hacia las aulas, por la noche el escenario cambia. Cuando se pone el sol, los estudiantes sólo quieren divertirse, y la primera cita es con el aperitivo. En San Lorenzo hay varios locales para tomar algo, sobre todo a lo largo de la Via dei Volsci, callecita paralela a la Via Tiburtina, que comienza a metros de la Porta di San Lorenzo.
La última cena
Para cenar la oferta no es menor, y además de buenas pizzerías y sitios donde se come kebab, con precios acordes con los bolsillos estudiantiles, un restaurante que atrae a muchos es Il Pomodoro, de la piazza dei Sanniti. El sitio es famoso porque allí cenó por última vez, el 2 de noviembre de 1975, el gran escritor, poeta y cineasta italiano Pier Paolo Pasolini, antes de ser asesinado a los golpes en Ostia.
Más que recomendables son, además, la Enoteca Ferrazza o el Bar Marani. Este último es un verdadero clásico, donde también es una experiencia tomar un café de día, sentado debajo de la parra que tiene su terraza, leyendo el diario. Allí llamará la atención una pizarra con anuncios varios, como por ejemplo alguien que se ofrece para dar clases privadas de árabe moderno: 20 euros la hora.
Para los que quieran degustar una cerveza está el St. Brandon, local irlandés con mesitas bajas y ambiente cálido; o el Lancelot, pub histórico de 1969 que es considerado uno de los mejores lugares para tomar y charlar. Otro es el Rive Gauche, para muchos un punto de referencia imprescindible de las noches de San Lorenzo.
Ya entrada la madrugada, el barrio sigue ofreciendo qué hacer. Para quienes quieren ir a bailar, lo mejor es la disco-pub Cocoricó, o si no, la más clásica discoteca Balic. Aunque quizá, mejor aún, es ir a escuchar música en vivo a Coetus Pub o en la Locanda Atlantide.
¿Cómo es San Lorenzo de día? Depende. Si uno decide ir un día de semana luce como un barrio universitario, con ritmo universitario. Si uno va un domingo se topará con un barrio muy silencioso, que lentamente se despierta de la notte brava con mucha resaca. Y que no brilla por su limpieza, sino por sus contenedores de basura a full y por parecerse a un cementerio de botellas de cerveza.
Los edificios descascarados color naranja de fines de siglo XIX son, sin embargo, pintorescos. En algunos balcones cuelga la bandera de la paz con los colores del arco iris, símbolo de los pacifistas italianos; y desperdigadas por el barrio, en las paredes puede notarse las placas que recuerdan a los caídos en la lucha contra el nazi-fascismo.
Pero la visita obligada es a la basílica de San Lorenzo Extramuros, una de las siete iglesias de peregrinaje de Roma que queda al lado del cementerio monumental del Verano -que hace que en el barrio haya muchísimos marmoleros-, concebido por el famoso arquitecto Giuseppe Valadier a comienzos del siglo XIX.
San Lorenzo, uno de los mártires cristianos más venerados, quemado en una parrilla el 10 de agosto del 258, es uno de los patronos de Roma. Y las bases de la iglesia a él dedicada están justamente allí, en el sitio donde fue sepultado. El templo fue reconstruido varias veces, aunque la nave, el pórtico y la mayor parte de las bellísimas decoraciones son del siglo XIII. Para mencionar y admirar son los frescos medievales que hay en el pórtico, que representan la vida de San Lorenzo, así como los antiquísimos pisos de la iglesia.
Para terminar hay que aclarar que ninguna guía turística de Roma incluye a San Lorenzo.
Datos útiles
Cómo llegar
De Buenos Aires a Roma el pasaje cuesta en temporada alta US$ 1179 + US$ 330 de tasas e impuestos. A partir de febrero, el precio es de 919 + 270 de tasas e impuestos.
Dónde parar
Hay varios hoteles en el centro de Roma, como el Sistina, cuya tarifa en esta época no baja de los 200 euros por persona.
Dónde comer
Para visitar el barrio San Lorenzo debe tomar el autobús N° 71 desde Piazza San Silvestro, o el N° 492 desde Piazza Venezia. También se puede llegar en tranvía, en el N° 19 o 30.
Qué hacer
Los amantes de la noche y su ritmo pueden hacer de todo. Y si luego de bailar en alguno de los boliches o escuchar música en reductos altamente recomendables lo agarra el amanecer, recomendamos sentarse en el Bar Marani, si hay buen clima, debajo de la espectacular parra, y tomar un café leyendo los diarios. Dos cafés salen 1,50 euros, algo inaudito para Roma.
Por Elizabetta Piqué
Corresponsal en Italia
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