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San Rafael, con todo gusto

La ciudad y sus alrededores sorprenden por la variedad de propuestas gastronómicas como para armar, paso a paso, un menú completo, con vino incluido




SAN RAFAEL.- Es otra Mendoza. El paisaje de viñedos y olivos la emparentan con la región que envuelve a la capital, pero San Rafael tiene su sello propio.
En un clima rural, los árboles entrecruzan sus copas en las avenidas y calles con acequias formando una verde e interminable glorieta. La ciudad aparece como una extensión de los emprendimientos agrícolas que la rodean, parte de la riqueza de la zona, productora no sólo de vinos y aceites de oliva, sino también de gran variedad de frutas.
Al recorrer su particular trazado urbano, con las avenidas Hipólito Yrigoyen y San Martín como ejes, uno se pregunta: ¿dónde queda el centro? Pero, formalmente, San Rafael no tiene un centro. Ni siquiera la plaza principal -impecable, con esa reconocida pasión mendocina por la limpieza- alcanza el perfil de centro cívico tan común en cada ciudad del país. Todo es paz y quietud en este bello lugar, con una impensable sorpresa: un sistema Wi-Fi a cielo abierto y, bajo un gazebo, un puesto de Internet público.
A lo largo de las avenidas principales se alinean negocios de todo tipo, restaurantes y hoteles. En el llamado Kilómetro Cero se concentran locales y boutiques de conocidas marcas.
Mucho por descubrir, en una ciudad palpitante y laboriosa. Sin duda su circuito de enoturismo es uno de los más visitados. Cuenta con importantes bodegas como Goyenechea, Lávaque, Roca y Bianchi, que reciben visitantes. La ruta invariablemente comienza con una pasada por La Abeja, la más antigua, fundada al igual que San Rafael por el francés Rodolfo Iselin en 1883. Se conservan aún junto a la imponente casona las construcciones originales de altísimos techos y enormes toneles de madera, todo un símbolo de la época, junto a un aggiornado centro de degustación de los últimos vinos de la bodega.
Hay además una cantidad de nuevos establecimientos, especialmente boutique, con buenos vinos de ediciones limitadas para conocer. Intimayu, en Las Paredes, es una de las más reconocidas. Original de los 30, fue adquirida en los últimos años por la familia Radijoy, eslovenos agricultores de tradición. Ellos pusieron a punto los viñedos y la bodega que ha cosechado importantes premios en competencias internacionales.
Otro sitio para no dejar pasar es Algodón Wine Estates & Champion Club, especial para disfrutar del día combinando turismo enológico con una excelente gastronomía, y para los fanáticos del golf la posibilidad de unos tiros en la cancha de 18 hoyos cuyo diseño serpentea entre viñedos y pequeñas lagunas. El complejo cuenta además con un lodge, una casona decorada en un elegante estilo campo con todo el confort imaginable. Para los que gustan de las burbujas está por allí La Champañera de la bodega Bianchi y también Mumm, del grupo Pernord Ricard, donde brindar con dos ricos espumantes.

Sabores, terneros y secretos

Los aficionados a experimentar nuevos sabores encontrarán en San Rafael variadas opciones para degustar en el lugar y también para llevarse a casa. La región, importante productora de frutas y verduras, especialmente de duraznos, cuenta con locales especializados en el tema, como Sabores, empresa familiar con larga trayectoria en la agricultura. En lo que fue por muchos años su casa, Juan Manuel Martínez ofrece un colorido muestrario de productos envasados donde se mezclan ajíes dulces y picantes, antipastos de vegetales, berenjenas asadas o ahumadas, al igual que tomates secados al sol y en pasta. Novedades como cubiletes de ajo y échalotes junto a tradicionales pastas de aceitunas verdes y negras son sólo algunas de las muchas opciones en su extenso exhibidor.
Otros dos sitios con una amplia oferta son Cuesta de los Terneros y Secretos de los Andes. Las aceitunas, típico producto de la zona, visible en la cantidad de olivares que salen al paso de cualquier camino, son el alma de los aceites de oliva extra virgen que se pueden encontrar en la ciudad. Como el tradicional Yancanelo, que sobre la avenida Yrigoyen tiene su propio sitio de degustación.
Los amantes de los ahumados deberán darse una vuelta por Secretos del Monte, sitio que Raúl y Marilín Bianchi instalaron hace unos años en lo que fue una antigua carnicería. Allí encontrarán en trozos, feteadas, envasadas al vacío, en lata y hasta piezas completas de carne ahumada a baja temperatura con un proceso especial y saborizada con sales y especias naturales. Hay para elegir entre jabalí, ciervo, salmón, cerdo, faisán y ñandú. También producen una rica selección de quesos con el mismo tratamiento.
Por Marta Salinas
Para LA NACION

Buenas mesas

En este panorama no podían faltar lugares donde comer bien. La oferta es grande, especialmente de restaurantes sencillos y parrillas. Para los buenos paladares está El Restauro, cálido ambiente en un antiguo edificio reciclado frente a la plaza. Allí, Ana Paula Gutiérrez, reconocida chef y formadora de cocineros, ofrece una carta con platos recuperados de recetas de la provincia, como el tomaticán, que ella misma prepara frente a los comensales, al compás de una cueca que va nombrando los ingredientes. Vale la pena probar la tradicional carne a la masa o los ravioles de tomates secos y aceitunas, entre otras delicias que propone el menú, acompañados por los vinos de la amplia bodega de la casa.
Muy cerca está Ramos Generales, esquina que rememora los viejos almacenes de campo, tapizado por estanterías y exhibidores de madera con una completísima colección de productos de la zona. Famoso por sus picadas servidas en generosas tablas, con selección de ahumados y quesos, que se pueden degustar en alguna mesa en la vereda. En el restaurante de Tierra Mora, un moderno y confortable hotel boutique frente al frondoso parque H. Yrigoyen, se luce Luciano, su joven chef, con una carta donde prioriza ricas recetas de pescados y en Malbec, sobre Yrigoyen, se comen las mejores pastas caseras de la ciudad. Los precios del cubierto en estos lugares varían entre 30 y 50 pesos, sin vino.

Adrenalina, el otro ingrediente

Durante los meses de invierno, San Rafael se llena de viajeros de coloridos trajes de abrigo, que se detienen aquí camino a Malargüe y Las Leñas, pero de noviembre a mayo, la mejor época de la región, se recorre el bello circuito de Valle Grande, Cañón del Atuel y El Nihuil, donde el agua tiene un rol protagónico. Por la ruta 173, y a media hora de viaje, el circuito se interna en el espectacular cañón de altísimas paredes, hasta llegar al embalse de Valle Grande, un enorme lago verde esmeralda, con su villa rodeada de hoteles, cabañas y campings.
Hacia el dique El Nihuil se toma un camino donde el rojizo paisaje contrasta con el blanco cerro Nevado y el circuito se llena de amarillo, rosado y verde, hasta llegar al sorprendente Museo de Cera, donde aparecen como esculturas que la naturaleza esculpió en el transcurso de incontables años, figuras talladas donde se adivinan animales, jardines colgantes, procesiones de profesantes y hasta... el sillón de Rivadavia.
El camino continúa entre paredones de roca y se eleva hacia las alturas de la meseta para disfrutar desde allí de la belleza del inmenso espejo de agua formado por el dique El Nihuil, salpicado por los colores de cantidad de velas de las tablas de windsurf. Los amantes del turismo aventura encontrarán en Valle Grande propuestas para elegir: trekking, rapel, tirolesa, barranquismo y parapente, entre otras. Pero sin duda, lo más apasionante es practicar rafting sobre los rápidos del Atuel. Catalogado como nivel II en una escala de VI, en gomones con remos para cuatro personas o en doky, sólo para dos, previamente pertrechados con correspondiente equipo provisto por la empresa, se emprende un apasionante viaje por los vericuetos del rumoroso río, en marchas y contramarchas, subidas y bajadas donde poner a prueba la habilidad para dominar los continuos remolinos.

Datos útiles

Comer y dormir

  • En alojamiento, San Rafael y alrededores brindan cantidad de opciones en hoteles, appart y cabañas, desde $ 60.
  • Para los que buscan confort y algo más está el Tower con el Spa Dell´Olivo y Casino aledaño. Desde $ 350 base hab. doble. www.towersanrafael.com
  • Dos hoteles boutique con encanto. Tierra Mora $ 240 y Portal de los Andes 130, ambos con todos los servicios y pileta.

    www.tierramora.com.ar

    www.portaldelosandesweb.com
  • Algodón. www.algodonwineestate.com . Almuerzo o cena, $ 75. Lodge, US$ 180 diarios por persona.

Excursiones

  • Al Cañón del Atuel, desde $ 90.
  • Rafting, $ 30 a 70 por persona, según la duración. Incluye equipo. raffeish@infovia.com

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