

MAR DE LAS PAMPAS.- El concepto Slow City surge como una ampliación del Slow Food, un movimiento que nació en Roma en 1986, como reacción contra la inauguración de un local de McDonald´s en la plaza España. El periodista y sociólogo Carlo Pertini inició una campaña que logró el cierre del restaurante y dio lugar al desarrollo de una filosofía que trasladó a Bra, su ciudad natal, para dispersarla por toda Italia.
Al poco tiempo, esta localidad de 28.000 habitantes, situada entre Turín y Génova, amplió este concepto convirtiéndose en la primera slowcity del mundo, o cittaslow, como la llamaron. Simbólicamente, el alcalde atrasó el reloj de la iglesia 30 minutos y prohibió que los almacenes abrieran y circularan los autos jueves y domingos.
A grandes rasgos, el concepto de Ciudad Lenta abarca aspectos ecológicos que incluyen la prohibición de antenas -molestas visualmente y también dañinas para el ser humano-, la no contaminación visual en cuanto a carteles y luces de neón, la no proliferación de ruidos como bocinas y alarmas de automóviles ni tampoco música amplificada en lugares públicos, el uso de fuentes de energía renovables, el reciclado de la basura y una mayor oferta de parques, plazas y lugares de encuentro.
Paralelamente, promueve el desarrollo de productos locales, una atmósfera amigable y, especialmente, la conciencia y divulgación del concepto Slow City y Slow Life como derivación. Hay unas ochenta ciudades en el mundo que ya entraron en esta categoría y muchas otras que están realizando los cambios necesarios para incorporarse.
Un socio más
En Mar de las Pampas comenzaron a acariciar la idea de asociarse a esta filosofía hace un par de años. Al principio buscaron información vía Internet y, hace unos meses, resolvieron contactarse para luego llevar la idea al Municipio de Villa Gesell, del cual dependen, para lanzar este objetivo. El propósito es lograr imponer la idea tanto a los habitantes permanentes como a los visitantes en un lapso de no más de tres años.
"Para nosotros esto no es tan difícil", comenta Luis Mazzoni, presidente de la Asociación de Emprendedores Turísticos, que se hizo cargo de los contactos con la sede internacional de este movimiento que tiene domicilio en la ciudad italiana de Orbieto.
"A diferencia de otras ciudades, que tuvieron que modificar su infraestructura, nosotros sólo tenemos que consolidar lo que de algún modo ya estábamos haciendo. Por supuesto que tenemos mucho por hacer y lo primero es comunicar la idea."
En el aspecto ecológico, Mazzoni destaca el cambio que durante este año se va a empezar a operar desde Villa Gesell en cuanto a la selección de la basura para su reciclaje y la nueva planta de procesamiento que se pondrá en marcha para evitar la quema a cielo abierto. Continuará la prohibición de instalar antenas y no habrá nuevos balnearios.
La tala de árboles para la construcción será aún más limitada a partir del nuevo código de ordenamiento urbano que reduce los porcentajes de construcción en función de la capacidad del terreno y quedará libre el 70 por ciento de los bosques.
En cuanto a la infraestructura seguirá la negativa al asfalto, pero se desarrollará un nuevo sistema de cloacas, agua corriente y gas natural. El nuevo código contempla también un nuevo ordenamiento de cartelería que no provoque contaminación visual. Con respecto al tránsito, la idea es que algún día no circulen autos por el Centro Comercial, salvo en casos de necesidad o para quienes tengan su vivienda en la zona. La idea es desarrollar un mecanismo de traslado de los visitantes mediante coches a caballo, en principio, y luego algún tipo de transporte eléctrico.
Mar de las Pampas, especialmente en días nublados, es muy visitado por veraneantes de Mar del Plata, Villa Gesell y Pinamar y hay días en que la afluencia de vehículos es problemática. La sensación aquí es que todos los visitantes son bienvenidos, pero es necesario poner en marcha un profundo ordenamiento para que todos se sientan más cómodos. "Nosotros queremos acompañar al turista en este proceso que estamos desarrollando", aclara Mazzoni. "Lo que queremos es que no trasladen Buenos Aires acá, sino generar un producto diferencial en el que estemos cómodos. Por supuesto que tendremos carencia de algunos servicios -comidas rápidas, poca señal para teléfonos celulares, etcétera-, pero, ¿no es lindo estar en un restaurante y que no suene ningún teléfono celular?"
Unidos para triunfar
Otra de las ventajas que tiene este balneario para lograr todos los requisitos de una Ciudad Lenta es la unión que existe entre todos los operadores. Si bien hubo algunos intereses en contra al principio, ahora tanto la Sociedad de Fomento como la Asociación de Emprendedores Turísticos están consustanciados con esta idea que fue bien recibida por el Municipio de Villa Gesell.
Cuando estén dadas todas las condiciones, se hará una presentación formal en Slow City Internacional y quizás empiecen a llegar los técnicos para supervisar los cambios.
Lograda esta membresía, otros beneficios llegarán, especialmente por esta cualidad diferencial tan vigente en Europa y algunas ciudades asiáticas. Algo ya se ha logrado este año, tal vez una toma de conciencia, tal vez una sensación.
Lo cierto es que el número de visitantes extranjeros que veranean hoy aquí ha crecido: entre un 10 y un 15 por ciento de la afluencia total. En su mayoría son europeos que llegan, tal vez porque Mar de las Pampas ya figura en algunas revistas de turismo que promueven destinos especiales.
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