Degustar la bebida tradicional mexicana, en la misma tierra donde se gesta, es sólo una parte de la experiencia. Se completa a través de un camino que destila cultura e historia, y también aventura. Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco desde 2006, la Ruta del Tequila abarca ocho municipios que conforman un paisaje de azul agave y antiguas instalaciones industriales. La mejor parte es que se puede recorrer en auto, caballo, bicicleta... y tren. Ya hay dos experiencias sobre rieles: el Tequila Express y el recientemente inaugurado José Cuervo Express.
Este último es un tren de pasajeros de primera clase, que parte de la estación de ferrocarril de la ciudad de Guadalajara. El destino final, el pueblo de Tequila y allí, la hacienda La Rojeña, propiedad de la marca. El paseo es mucho más que paisaje exótico que transporta a la época del Lejano Oeste. Salas lounge, comedor, tragos de todo tipo y una decoración bien típica, con trajes y accesorios de la época del porfiriato.
Desde US$ 55 el viaje con barra libre, cata y tour en La Rojeña.