
El sábado llegó Nicolás del club con cara de suspicaz.
Hasta después de comer me evitó todo lo que pudo.
Cuando acostamos a los chicos, me dijo de hacer café. Hice.
Mientras los tomábamos y yo casi en mi último suspiro de paciencia, deslizó sobre la mesa un sobre, con dos pasajes de Buquebús para hoy lunes (a la hora en la que lean este post yo ya estaré viajando).
Nos vamos solos 4 días a La Pedrera.
Cómo les explico la emoción que me dio!
Qué bien le hacen estas cosas al mundo!
Lo tenía todo planeado. Los chicos se quedan con mamá y papá en casa. Mirti se instala con María y la señora que la ayuda a mamá en su casa, viene también todos los días.
Papá, con los sensibilizado que está, dice que estar con lo chicos, que disfrutar de su familia, y todo eso.
Y yo estoy exultante de felicidad.
Voy a tener internet, así que charlamos más tarde!
Besos a todos y muy buena semana y comienzo de mes!
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