Gran Jefe entró y salió 200 veces de la agencia y en cada vuelta yo suponía se había topado con el mail y que se venía de Gran Grito pero nada, el mismo de siempre (con todo lo que eso implica). Cuando me vino a encarar después del mediodía fue por el diseño (con el que estaba encantado) y el resto de la tarde hasta bien entrada la noche sin penas ni glorias. Nos estamos quedando hasta cualquier hora.
Listo. Creo que salí invicta esta vez pero quedé tan paranoica que hasta que no termino de redactar el mail completo y releerlo en todas sus partes no lo envío. Y si contesto, chequeo 200 veces a los copiados. Maldita tecnología.
Mara me dice que uno no hace las cosas porque sí, que siempre hay motivos, aunque desconocidos para nosotros mismos. Le digo que sus interpretaciones psicoanalíticas me torran. Me dice que de repente quiero irme de la agencia.
-¿De dónde sacás eso?
-No sé, Sofi, pensalo.
Y desde que me lo dijo, lo admito, lo pienso.
Mis no planes de vacaciones se retrasaron. Por hacerme la loca y dar vueltas con las fechas ahora entró un montón de trabajo y no nos podemos ir ni a la esquina. Pedro me dice que la casa sigue disponible en marzo. Mientras tanto, me quedo por acá.