
1) Desatar nuditos:
Me pone nerviosa, ansiosa…Siempre termino rompiendo la bolsa o lo que sea que esté tratando de desatar. Si el infierno existe, me imagino desatando nudo para toda la eternidad!! Nooooooo!
2) Abrocharme cadenitas sin mirar:
Esta patología es de la misma familia que la de los nudos. No puedo, no engancha, se me cansan los brazos. Necesito pedir ayuda.
3) Tejer:
Lo intenté, pero me sucede casi lo mismo que en los ejemplos anteriores. No tengo paciencia. No puedo empezar algo que no vaya a terminar en un rato. No me sale. Prefiero comprarme un pulóver en Zara.
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
