Treinta años junto a las Cataratas

Con una ubicación privilegiada y vistas a los principales saltos, es uno de los emblemas misioneros, con mucha historia, un pasado como escenario de película y visitantes famosos.

"Sentimos al acometer esta empresa algo de espíritu deportivo, algo de poesía y, por qué no decirlo, mucho de espíritu patriótico. No es lo mismo construir un edificio de esta jerarquía en un centro urbano que hacerlo en medio de la selva, con la gran dificultad de la distancia, el aprovisionamiento y el personal especializado." Estanislao Kocourek, uno de los arquitectos, hace exactamente tres décadas inauguraba con estas palabras las instalaciones. Casi todo, menos los ladrillos, fue traído de Buenos Aires para la construcción.

En un rápido repaso por la historia se destaca como sede de numerosos congresos y encuentros políticos, como la Cumbre de Presidentes de la Triple Frontera, en 1995.

Hacia fines de los años 70, se hospedaron los integrantes de la producción de James Bond, encabezada por Roger Moore, para filmar unas escenas en la zona, pero la fama mundial llegó en 1985. Durante tres meses fue la base operativa de la película La misión . Robert de Niro y Jeremy Irons se paseaban a diario por los pasillos y ensayaron escenas para el rodaje. Los salones Ambai, Ybirá Pytá, Paraíso y Alvar Núñez fueron montados como camarines, salas de edición, salas de guiones y lugar de producción de la mayoría de las escenas.

Al año siguiente, con el éxito de la película, que obtuvo ocho nominaciones al Oscar, creció el interés internacional por conocer las Cataratas.

Entre los visitantes célebres que se deslumbraron con las cataratas del Iguazú se destacan el rey Juan Carlos y la reina Sofía, Luciano Pavarotti y Nelson Rockefeller.

En 1998 desembarcó Starwood Hoteles con la marca Sheraton y se realizó la primera gran remodelación del hotel desde la inauguración; se renovaron completamente las 180 habitaciones y se construyó un nuevo lobby con vista a la Garganta del Diablo. Hace tres años se realizó otra remodelación, que incluyó la construcción del spa. A pesar de los sucesivos cambios en estos 30 años, incluido el nombre, el viejo Hotel Internacional Iguazú sigue como fiel custodio de los saltos en el corazón del parque.