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Tres cajas

23 de octubre de 2008 • 10:56

Mi hijo mayor tiene el placard más grande de la casa.

Por una cuestión de conveniencia en la distribución, Marcos ocupa el cuarto de mayores dimensiones que, como les digo, tiene el placard más grande de esta casa.

Así y todo, seis puertas no alcanzan para albergar el desorden absoluto en el que transcurren sus jovencísimos días.

Ayer decidí que era buen momento para cambiar esta circunstancia.

"vamos a ordenar", le dije, segura de mí misma y obteniendo una cara de perro en la banquina que no les cuento.

Primero: las caras de perro en la banquina, le expliqué, no funcionan con las madres.

"no me pongas caras" y a otra cosa.

Y nos adentramos en el impenetrable: encontré juguetes de cuando tenía 2. Ropa que no le va desde los 4 y cosas que no sabía que existían. Como un tipo Gremlin (cuando aún es bueno) que si le ponés pilas, habla, y dice cosas como "aburrido!". Una mascota virtual muy grande que, luego me enteraría, era de MI MARIDO (¿?)

Habíamos organizado dos cajas y una bolsa.

En ésta: lo que se tira

En ésta: lo que se guarda

En ésta: lo que se regala

Luego de cuarenta y tres intentos fallidos de "esto lo damos?" y su consiguiente respuesta de "no, ma, eso lo re uso" (ante un sonajero, una careta del payaso ese cordobés, unos zapatos de aladino, o una bolsa de paragüitas de papel de esos que se usan para adornar tragos caches, como ejemplos ilustrativos) y viendo que la caja de "se guarda" estaba llena, la bolsa de "se tira" contenía solo clara basura y la de "se regala" tenía una peluca rosa de Lazy town y un conejo de Luján, le expliqué:

"Mirá Marcos, la cosa es más o menos así: si vos me rechazás TODOS los intentos, entonces me agarra la loca y un día, mientras estés en el colegio, me meto en tu cuarto y hago un desastre. Te tiro todo lo que yo creo sin considerar tu opinión. Cedé un poco, sé piola. Decime que sí a

alguna

cosita. Medí la relación costo beneficio y vas a ver que te conviene. Me dejás tranquila. Y vos perdés muy poco."

Será que algo así pensó mi marido cuando decidió que mejor tenía sexo fuera de casa?

Tendré que ceder a mi principio de "respetar mi deseo SIEMPRE"?

Será que esa es la forma en la que hay que sobrellevar las "etapas difíciles"?

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