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 • HISTORICO

Un adiós que no será el último





Cuando a los catorce años empecé a trabajar como modelo, no imaginé la cantidad de puertas y posibilidades que se me abrirían. Entre todas ellas, escribir este blog. Soy una romántica, me encanta leer e imaginar historias, escribí y escribo cuadernos de cuadernos sobre el amor y la vida; junto con la pintura, quizás este sea el pasatiempo que nunca abandoné. Bien o mal, como pude, me fui metiendo en esto de convertir ideas intangibles en palabras. Pero jamás imaginé escribir un blog durante casi tres años. El 14 de febrero se cumple el aniversario. En realidad, se cumpliría, porque escribo este post para contarles a ustedes, mis Querid@s Lector@s, que decidí cerrar esta etapa. Sí, darle un cierre a El blog de Mili para abrir ese espacio que estoy necesitando en donde encaja una casi nueva vida que estoy teniendo, bastante llena de nuevas responsabilidades y sueños por seguir persiguiendo. Y hacer este blog es, ante todo, una feliz gran responsabilidad que me demanda un tiempo enorme de dedicación, de pensamiento, de creatividad. Me gusta hacerlo lo mejor posible porque siempre fui de la idea que uno se debe, ante todo, a quienes lo leen. Gente que se transformó en amiga y un blog que se hizo mi refugio para enfrentar y confiar tantas situaciones que viví. Una compañía única para sentirme acompañada estando lejos de casa.
Hoy mi preparación para ser actriz me está demandando un tiempo enorme y mi carrera como modelo está cambiando hacia campañas más específicas, proyectos nuevos que me interesa explorar a fondo como cuando empecé a hacer desfiles de alta costura en Europa. Estoy sintiendo esa adrenalina por lo nuevo que hace tiempo no sentía porque se me están presentando nuevos desafíos que requieren una Milagros muy presente, en todos los sentidos. Es como si mucho de lo que me está pasando en mi trabajo (al que le dedico casi todo mi día) fuera más puertas adentro que nunca. Y creo que el espíritu del blog es, justamente, abrir esas puertas de par en par y poder mostrarles también mi día a día en lo laboral, mi vida como modelo de alta moda, además de mis ideas y sentimientos como la chica de 24 años que también soy.
Fueron tantos posts como momentos de mi vida. Me acuerdo de los primeros, la ansiedad por verlos publicados y por los primeros comentarios. Lo complejo de tratar ciertos temas, como la bulimia y la anorexia en el mundo de la moda, las muertes de seres queridos, mi divorcio y la desilusión de terminar con la relación que imaginé para toda la vida, las dificultades y exigencias que te presenta esta carrera y que a veces van a en contra de tu naturaleza, aquel tremendo golpe en la cara que recibí de un taxista en París, amigos que ya no están, mis grandes momentos de soledad, lejos de casa... ¡Mi vida en Londres! Las clases de pintura en Central Saint Martins, recibir la visita de mi familia... ¡Mi caro Jean Paul Gaultier! Y los innumerables desfiles que hice para él. Mi pasión por la gastronomía, desde las milanesas hasta los posts dedicados a la comida molecular y lo mucho que me remite a las obras de ciertos diseñadores... Todos los sorteos y los premios que fui eligiendo (adoré el del cadáver infinito!) y el premio que quizás más me gustó fue el libro The little black jacket, de Karl Lagerfel y Chanel. ¡Los posts sobre los ITs! Mis tips de maquillaje y pelo, los cambios de look, la tendencia en las calles de tantas ciudades por las que rodé...
Me emocioné con el post dedicado a mi mamá en su día. La mudanza a París, a una nueva sociedad y un nuevo idioma que incorporé como propio gracias a La Sorbona. Los comienzos en Filosofía, ahora la actuación en Cours Florent, mi nuevo blog, la charla que di en la Universidad de Palermo, las vacaciones soñadas junto a mis amigas del colegio, ¡la llegada de Batman a mi vida!, los nuevos amores que despertaron a las mariposas... ¡USTEDES AHÍ, CADA DÍA CON CADA POST!
Muchas gracias por estar y por haber estado siempre, por acompañarme y haberse convertido en una red de contención que jamás imaginé y que ustedes quizás tampoco: son una parte importante de mi vida. Gracias por tanto cariño, por su fidelidad y sus ganas de leerme. Muchísimas gracias también a toda la redacción de OHLALÁ por la paciencia y el acompañamiento. A Datrico por su arte que iluminó este blog con gracia y profesionalismo.
Estoy tranquila porque este es un adiós, pero no será el último. Celebro tanto los cierres como las aperturas, agradecida de habernos encontrado porque ustedes son de carne y hueso, aunque de forma virtual hayamos dado. Me costó horrores tomar esta decisión, pero lo hice llena de confianza y fe en lo nuevo que ya está llegando. ¡No dudo de que vamos a seguir conectad@s!
¡Los quiero mucho!
Mili.

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