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Un gran estudio cinematográfico

¿Qué tienen en común Dustin Hoffman, Natalia Oreiro, Macaulay Culkin y Marta Bianchi? ¿Cómo que nada? Sí, los cuatro pertenecen al enorme club de actores que filmaron en Central Park

por

Juana Libedinsky

21 de octubre de 2012

Casi toda Manhattan resulta familiar para los cinéfilos: la Gran Manzana no debe tener calle ni esquina sin filmar. En ese inigualable set a cielo abierto, el Central Park ha ocupado un lugar de privilegio desde que fue registrado por la cámara de D. W. Griffith, en 1908. Su cortometraje Father Gets In The Game presenta a un hombre elegante que intenta seducir a una mujer entre paseantes que reman o disfrutan de las fuentes. El director de El nacimiento de una nación comparte el privilegio de haber sido el primero en rodar en el parque junto con el cineasta J. Stuart Blackton, quien ese mismo año filmó Romeo y Julieta .

Escenario para más de 300 películas, es considerado el parque del mundo que más aparece en la pantalla grande. Todos los géneros se rodaron entre sus olmos americanos, lagos artificiales y pistas de patinaje sobre hielo. Robin Williams durmió desnudo sobre la pradera de Sheep Meadow para El pescador de ilusiones (1991); Dustin Hoffman increpó a Laurence Olivier dentro de Reservoir Gatehouse para el thriller Marathon Man (1976), y luego le enseñó a andar en bicicleta a su hijo del drama Kramer vs. Kramer (1979), en los senderos del Mall; Macaulay Culkin descubrió el arco Inscope en la comedia Mi pobre angelito 2 (1992); Encantada (1997) llenó de música y color el lugar, y hasta la animación Antz (1998) recreó un supuesto hormiguero del Central Park Zoo.

Por el lógico encanto del parque para los enamorados, son las comedias románticas las que han tenido mayor cantidad de escenas, en clásicos como Un domingo en Nueva York (1964), donde el personaje de Jane Fonda salpica con un remo al de Rod Taylor, o Nuestros años felices (1973), con Barbra Streisand y Robert Redford. Por su parte, Fonda y Redford compartieron el famoso verde neoyorquino en Descalzos por el parque (1967), entre muchas otras parejas que recorrieron sus jardines.

Woody, el habitué

También Diane Keaton compartió en Manhattan (1979) los remos del Boating Lake con Woody Allen, cuyas películas componen un género cinematográfico en sí y retratan de manera inigualable la ciudad de Nueva York. El Central Park ha sido uno de sus íconos, en films como Hannah y sus hermanas (1986), donde el álter ego del director busca explicaciones con un grupo hare krishna que disfruta de la pradera, y Los secretos de Harry (1997), cuando el personaje de Robin Williams se descubre fuera de foco, frente a la fuente Bethesda.

Uno de los escenarios cerrados inmortalizados en el cine es su restaurante Loeb Boathouse, donde la protagonista de Cuando Harry conoció a Sally (1989) se reúne con sus amigas para definir si está lista para salir de nuevo con un hombre. También hay locaciones en los márgenes que han logrado importantes bolos, como el Plaza Hotel, que tuvo su primera aparición distinguida en Intriga internacional (1959), de Alfred Hitchcock.

Entre los espacios más filmados se destacan el carrusel de 1871, que aparece por ejemplo en Los productores (1967), y por supuesto la pista de patinaje de Wollman Rink, escenario de grandes romances como los de Love Story (1970) y Señales de amor (2001). Incluso aparece en Un argentino en Nueva York , con Natalia Oreiro llevando de la mano a Guillermo Francella. Su director, Juan José Jusid, ya había filmado en el Central Park para Made in Argentina (1987) un diálogo costumbrista entre Marta Bianchi y Frank Vincent, actor devenido mafioso eterno en Buenos m uchachos, Casino y Los Soprano .

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