

El espíritu navideño ya da la vuelta al mundo. Durante la última semana, siguiendo la tradición, las diferentes ciudades del mundo plantaron árboles en sitios emblemáticos cargados de bombitas y luces que se convierten, durante diciembre, en un atractivo turístico más.
Cada año suelen ser un poco más grandes e imponentes. Por ejemplo, hace apenas unas días se instaló un gran árbol de 35 metros en la Place de la Concorde, en París, que aseguran que es el más alto de Francia.
Pero el árbol de Navidad considerado por el Libro Guinness de los Récords, como el más grande del mundo se encuentra en el pequeño pueblo de Gubbio, en la región de Umbria, Italia.
El árbol es construido cada año sobre toda la fachada sur del Monte Ingino, donde se instalan 8000 cables con luces, coronado por una estrella de 40 metros de ancho y 25 metros de largo. A los pies del árbol, se realiza un pesebre de tamaño natural.
Otro clásico es el del Rockefeller Center, en Nueva York. Cuenta con más de 30.000 bombitas multicolores entretejidas en las ramas de un abeto de 26,6 metros de largo, que desde hace unos años son LED de bajo consumo. El árbol está coronado por una estrella de cristal de Swarovski. Esta tradición se inició en el año 1931, cuando los trabajadores que construían el complejo plantaron en el terreno un pequeño árbol de Navidad.

Seúl, Corea del Sur, también se enciende
El abeto de París

Con nieve y temperaturas bajo cero en la Plaza Roja, de Moscú
Como todos los años en las Galerías Lafayette, tradicional centro de compras de la capital francesa, se destaca un gran árbol de 21 metros con 600.000 lucecitas de led multicolores y cristales Swarovski. Para festejar sus 100 años presentan una decoración pensada por Louis Vuitton.
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