Newsletter
Newsletter

Un viaje con luz, cámara y acción




LOS ANGELES.- Podemos salir desde Los Angeles por autopista pero es más entretenido hacerlo por el Pacific Coast Highway, al lado del mar hacia Santa Bárbara, que está a 90 millas, poco más de una hora de viaje. O, como estamos cerca de la Reagan Library, podemos desviarnos para una visita interesante, como son todas las bibliotecas presidenciales en Estados Unidos.
En este caso tenemos que tomar la autopista 405 al Norte hasta la 118 West y salir por la Exit a Madera Road South y luego 3 millas por la Presidencial Drive hasta Simi Valley. Hay carteles indicadores. O pregunte antes por Internet ( www.reagan.utexas.edu ).Volviendo al camino, porque desde allí es fácil llegar a la ruta 101 al Norte, un rato después de pasar por las huellas del pasado petrolero de Ventura, ya estamos entrando en otro de los paraísos que ofrece California.
Por su cercanía con Hollywood era y es, uno de los refugios principales de las estrellas que preferían la tranquilidad de Montecito y Santa Bárbara. Allí se conservan restos de la primitiva misión y el estilo colonial español en sus residencias. Me encanta disfrutar del brunch , el desayuno-almuerzo de los domingos, y le pido que anote el del hotel Biltmore. No sólo comerá muy bien y a precio razonable en relación con lo que le sirven, sino que es posible que se encuentre con una gran figura. Eso sí, no mire demasiado ni pida un autógrafo porque no será bien visto. No es un restaurante temático sino un lugar donde van los vecinos.
En Santa Bárbara hay un circuito, bien señalizado, que le permite en poco tiempo dar un paseo por los lugares mas ricos en paisaje antes de seguir viaje.
Hay otro similar para peatones en el downtown con marcas en mayólica española sobre los puntos mas interesantes. Si tiene tiempo puede quedarse un par de dias pero no busque hoteles sobre el mar que son bastante caros sino que es más conveniente alojarse en un motel y después ir de paseo con el auto.
Más adelante hay otra visita que le encantará porque se sentirá en Dinamarca al entrar en Solvang, un pequeño pueblo con molinos de viento, vestimentas típicas y muchos negocios en una calle que parece tomada de Copenhague.
Lo mismo que la mayoría de las cosas que venden.
Toda esta zona es preferida por las celebridades para disfrutar del paisaje y la intimidad. Ronaldo y Nancy Reagan tenían su Rancho del Cielo y Michael Jackson su Neverland . Sobre el agua está Lompoc, un verdadero mar de colores cuando las flores alcanzan su esplendor en primavera y verano (mayo a septiembre). Se puede hacer un autotour pidiendo los mapas en la Cámara de Comercio en Valley Flowers Drive.
Hay muchas oportunidades para detenerse y pasarla bien. Por ejemplo, en Santa María (sobre la ruta 101), con un sorprendente hotel que parece el escenario de una película. El parecido es lógico porque son habituales los rodajes; allí, también, hicieron escala muchos de los invitados del magnate William Randolph Hearst y, entre los invitados, solían estar Charles Chaplin, Clark Gable o Greta Garbo.
El Hearst Castle es un castillo para todas las fantasías imaginables (sobre todo, las comerciales, ya que hay diversas oportunidades para comprar). La palabra magnate le cae bien a este delirio arquectónico, que duró en construirse casi tres décadas, entre 1917 y 1947. Parece un palacio árabe con una pileta, propia de una villa romana y, además, antigüedades de todo el mundo. Dispone de 100 habitaciones y es un lugar de interés turístico sólo superado en número de visitantes por Disneylandia. Nosotros lo conocimos, antes de verlo, en la película El Ciudadano , de Orson Welles, que era considerado persona no grata por el dueño.

Panorámicas inolvidables

En este punto hay que tomar una decisión. O seguir por la autopista 101 para ir apaciblemente hasta San Francisco o preferir la emoción de la US1, que es un camino de montaña, con muchas curvas y con el océano al lado. Es el máximo ejemplo de lo que llaman Scenic Routes , inolvidable por sus panoramas siempre que tenga tiempo de mirar, porque se deberá estar más atento a mantenerse cerca de la pared y pasar (o dejar pasar) únicamente en las zonas marcadas. Es que en la mayoría del camino hay sólo mano y contramano con prohibicion de adelantarse.
Si le gusta manejar por la US1 las 64 millas (123 kilómetros) tendrá su recompensa al entrar en Big Sur, donde vivió sus últimos años Henry Miller, y Orson Welles levantó su chalet Nepenthe para recibir en luna de miel a Rita Hayworth; también está el centro de Esalen. La mezcla de bosque y precipicios sobre el mar es tan dramática como apasionante.
El próximo lugar también será inolvidable: Carmel, otra de las misiones que todavía se mantiene con su iglesia de piedra y el campanario restaurado. Aquí reina la tranquilidad, parece ajena a la agitación, y es contemporáneo con un vecindario ordenado, sin paredes pintadas ni nada que interrumpa la monotonía. Es bueno recordar que Clint Eastwood fue su intendente (mayor) y no creo que a nadie se le podría haber ocurrido no hacerle caso.
Desde aquí el camino escénico más interesante sigue por la hermosa 17 Mile Drive. Al costado del mar, entre bosques alucinantes, la ruta culmina en el campo de golf de Pebble Beach, con su hoyo 18 rodeado por el océano Pacífico.
En la bahía de Monterey hay un hermoso parque y el no menos atrayente Aquarium. Cerca de allí, en Salinas, nació John Steinbeck, una de cuyas más famosas novelas, Al Este del Paraíso , recuerda su infancia en la región.
Retomando hacia el Norte, se está a las puertas de San Francisco, dejando atrás el Silicon Valley con sus vecinos de rubro Sun y Apple y la Universidad de Stanford, donde se jugaron partidos en las ruedas eliminatorias del Mundial 94 de fútbol.
Aquí, lo mejor es olvidarse del auto porque es una ciudad para disfrutar caminando y para volver a manejar con el fin de recorrer Sonoma y Napa Valley (el país del vino) o para llegar hasta Lake Tahoe. De esta manera, se hace un largo trayecto, pasando desde la primavera permanente hasta la nieve y el esquí.
Y esto es sólo una muestra, un menú arbitrario para que usted elija los platos principales y no coma sólo con los ojos porque se puede empachar.

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

¿Cuáles son los mejores lugares para probar este clásico postre italiano?

¿Cuáles son los mejores lugares para probar este clásico postre italiano?


por Redacción OHLALÁ!


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2025 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP