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Una casona para recuperar fuerzas

El menú de Munich es ideal para el after esquí

27 de julio de 2007

SAN MARTIN DE LOS ANDES.- Como en los principales centros de invierno del mundo, acá también se puso de moda el after esquí. La idea es no caer rendido apenas los esquiadores bajan de la montaña. Para eso, Munich ofrece un mundo de sabores con la idea de seguir sincronizando los placeres después de una jornada en el cerro Chapelco.

Ubicado en una reciclada casona de 1930, declarada monumento histórico de la ciudad, cuenta con un diseño de interiores cómodo y exclusivo. Allí puede ordenarse comida mexicana, fondues, picadas regionales y sushi, entre otros platos que se combinan con vinos de las mejores bodegas: Ruca Malén, Graffigna y Familia Zuccardi, que incorporó como novedad varietales entre sus aceites de oliva.

Aparte de la más alta coctelería, con bebidas espirituosas –como whiskis, maltas y cervezas–, habanos y una línea completa de accesorios enriquecen la oferta de este espacio que plantea un estilo diferente con todas las características de los bares y restaurantes de las grandes ciudades.

Fotógrafo de montaña

No sólo el ojo, sino sus propias habilidades como hombre de montaña convirtieron a Eliseo Miciu en uno de los fotógrafos más destacados entre quienes retratan deportes de acción extremos.

“En este tipo de producciones tengo que hacer prácticamente lo mismo que realiza el esquiador profesional; compartimos los mismos riesgos y todo, sólo que mi tarea es doble: además de esquiar, saco las fotos”, expresa este fotógrafo de 27 años.

La pasión de Miciu por las tablas y la nieve le permitió capturar las tomas más impresionantes durante sus viajes por los centros de esquí del país.

Esas instantáneas son recopiladas en el libro Centros de Esquí en la Argentina, de próxima aparición.

Durante esta temporada de invierno, Miciu exhibe una selección de sus trabajos fotográficos en el complejo Paihuen, ruta de los siete lagos, kilómetro 4.

En sus obras fotográficas se trasluce el ascendiente de su padre, el reconocido pintor expresionista Georg Miciu, y la influencia del entorno natural de San Martín de los Andes, donde se afincó la familia hace veinte años.